Cuatro triunfos con el equipo europeo en la Ryder Cup, la Copa del Mundo de 2004 junto a Paul Casey, cinco victorias en el PGA Tour, seis en el European Tour y dos en Circuito de Japón constituyen lo más granado de su hoja de servicios. Este pasado fin de semana, Luke Donald actuó como vicecapitán de Europa en la Ryder Cup que se disputó en Whistling Straits (Wisconsin).
Luke Donald y su curiosa relación con Madrid
Se da la curiosa circunstancia de que el golfista británico mantiene una especial relación con Madrid, toda vez que su brillante asalto a la cima del golf mundial, culminada en 2011, se inició en la capital de España doce meses antes, cuando Luke Donald se impuso con brillantez en el Madrid Masters de 2010.
Con ese triunfo, el golfista inglés dio un giro radical a su carrera, rompiendo cuatro años de frustración y sequía de títulos, ascendiendo entonces al top-10 mundial (noveno puesto) y postulándose, gracias a esa buena posición, para disputar la Ryder Cup, un objetivo que finalmente vio cumplido formando parte del equipo europeo que derrotó al estadounidense en Celtic Manor.
A pesar de liderar el Madrid Masters desde la primera jornada en 2010, la suya fue una victoria muy peleada que se aseguró con un eagle en el hoyo 16 de la Real Sociedad Hípica Española Club de Campo.
“La victoria en Madrid me abrió muchas puertas, fue un subidón de confianza y una gran satisfacción, pues me demostró que el trabajo bien hecho daba por fin resultados. Mi carrera hacia el número uno del mundo empezó en Madrid. A partir de ahí, comenzaron a ir muy bien las cosas, en parte por el cambio en mi actitud, mucho más responsable desde que tuve a mi hija”, manifestó justo antes de comenzar la edición de 2011 del Madrid Masters.
Madrid y los números uno del mundo
En aquel 2011, hacía la friolera de 18 años que los aficionados madrileños no tenían la oportunidad de ver competir en su tierra a todo un número uno del mundo. La última vez que había ocurrido fue en 1993, cuando otro inglés, Nick Faldo, acudió a la capital madrileña para disputar el Open de España en el RACE al frente del ranking mundial. Ahora, una década después, es Jon Rahm quien recoge el testigo como mejor jugador del mundo, brindando al público la oportunidad y el privilegio de presenciar de cerca sus espectaculares acciones.