La cocina catalana no es un invento reciente, fruto del éxito, el ingenio y la capacidad de innovación de unos personajes contemporáneos. Cuenta por el contrario, con un pasado muy rico configurado por el legado íbero, fenicio, griego, romano, judío… La cocina catalana y gerundense es, pues, heredera de todas esas cocinas y maneras de hacer. Pero al mismo tiempo es mucho más que eso.
Dos establecimientos de las comarcas de Gerona se encuentran entre los mejores restaurantes del mundo: El Bulli, convertido en el número uno y en todo un icono, y el Celler de Can Roca uno de los más innovadores e influyentes. Además Ferran Adriá, El Bulli de Roses, es aclamado por doquier como el mejor cocinero del mundo. Es más: a Adriá se lo sitúa entre los cocineros más destacados de todos los tiempos. Joël Robuchon, que en el año 1990 era reconocido como el mejor cocinero el siglo, pregona a los cuatro vientos que Adría tiene una gran profundidad, una técnica enorme y una creatividad desbocada y lo considera el Dalí de la cocina.
