22 de abril de 2025

Aloha Golf, cincuentenario de un club histórico en Marbella

  • Aloha Golf, un paraíso en lugar de 60 torres. La historia de un campo que pudo ser devorado por la presión urbanística

En 2025, el Club de Golf Aloha, en Marbella, conmemora el cincuenta aniversario de su fundación. Su presidente, Rafael Fontán, ha preparado acontecimientos relevantes para celebrar el momento.

En este marco de festejos, contamos con el vital testimonio de quien conoce bien el recorrido marbellí de Aloha. Él es Luis Gonzaga Escauriaza, actual presidente de Honor de la RFEG, presidente de este organismo federativo durante 16 años, que ha dejado voluntariamente su cargo después de su encomiable servicio al deporte del golf.

En ese sentido, le van a echar de menos, pero le van a encontrar, sin duda, en el campo de juego revalidando su marcada trayectoria golfística de importantes galardones, entre ellos la Medalla de Oro al Mérito en Golf, en 1997, o la Medalla de Oro de la Real Orden del Mérito Deportivo en 2023, lo que indica que Escauriaza es competitivo y le viene de lejos.

Un año después de ganar en playoff a José Gancedo el Campeonato de España Absoluto Masculino, quedó subcampeón de España de la misma categoría en el torneo celebrado en 1978 en el campo de golf de Aloha, que Gonzaga Escauriaza ha visitado muchas veces a lo largo de estos años y así lo describe:

“Es un recorrido magnífico, que me trae grandes recuerdos. Desde el primer momento generó una rica historia gracias al talento y el esfuerzo de sus responsables, entre ellos su presidente actual, Rafael Fontán, que lo han convertido desde siempre en uno de los clubes de referencia de nuestro país y de todo el continente europeo.

En ello tuvo mucho que ver la decisión, en su momento, de José María Ibarrondo y Javier Quílez, unos auténticos visionarios, adelantados a su tiempo, que evitaron la construcción de edificios de muchas alturas tan en boga en aquellos años. De haberse materializado, Marbella y Nueva Andalucía serían ahora radicalmente distintos, con un modelo turístico muy alejado del que lo ha convertido en ejemplo para muchos durante tantos años».

Aloha Golf, la última obra de Javier Arana 

El arquitecto bilbaíno Javier Arana Ybarra, fundador de la Real Federación Española de Golf, reconocido como el más importante diseñador español de campos de golf, fue el autor del campo de golf Aloha. Arana falleció antes de la inauguración, pero supo que su obra había sido aceptada, ya de manera definitiva.

Se habían superado momentos difíciles de lucha contra el poder financiero propietario de cerca de 1.500.000 m2 de terreno en Nueva Andalucía, incautados a José Banús al no poder hacer frente al pago del préstamo hipotecario contraído con el Banco Bilbao. Una lucha desigual, contra el gigante bancario, al que se enfrentaron José María Ibarrondo y Javier Quilez, dos ingenieros industriales, audaces, con visión de futuro y un proyecto de loa a la naturaleza: un campo de golf.

Inicialmente fue aprobado, pero, inmediatamente, desestimado por mayoría del Consejo de Administración del BB para dar paso a la construcción de 60 torres de 12 plantas, que supondrían cerca de 6.000 pisos turísticos. Es decir, miles de m2 de cemento invadiendo Nueva Andalucía, dejaban fuera el campo de golf pretendido por Ibarrondo y Quilez, que, según el criterio del Banco, eran dos románticos, con un proyecto nada rentable para el interés de la poderosa entidad. Fue un periodo entre la incertidumbre y la esperanza, tanto que, a pesar de los años, aún lo tiene muy presente.

Manuel Durán, ahora gran arquitecto, tenía 18 años cuando entró a formar parte del ilusionado equipo técnico que lo vivió de cerca. Durán recuerda “el entusiasmo por el proyecto unido a la excelente labor de equipo” y destaca la “audacia” de Ibarrondo y Quilez: “Estaban tan seguros de lo que defendían que en sus planes no estaba rendirse”.

La llave la tenía el Consejo de Administración del entonces aún Banco Bilbao, presidido por Sánchez Asiaín, que apostaba por lo más rentable para la entidad financiera: la construcción de las antiestéticas torres que eran la pesadilla de José Banús al truncar sus sueños de hacer un paraíso en Nueva Andalucía, a partir de Puerto Banús, que era la joya de la corona.

No obstante, la suerte, aún, no estaba echada y, según cuenta Peru Ibarrondo, “en una segunda vuelta de la votación del Consejo de Administración, por un solo voto a favor, salió el OK al campo de golf “. Ese voto determinante fue el de Emilio Ybarra, según confirmó él mismo en una ocasión, dando por finalizada la pesadilla de los románticos, que dejaba atrás el horror de un proyecto que hubiera anulado la imagen del puerto español más famoso del mundo, Puerto Banús, mientras que Marbella no hubiera sido lo mismo. Éste es el criterio unánime de los testimonios que nos acompañan en este reportaje, comenzando por el de la alcaldesa de Marbella, Ángeles Muñoz:

“Aloha es un gran referente deportivo por su gran campo de golf y, también, de las características urbanísticas y arquitectónicas de Marbella. La visión de apostar por una arquitectura de baja altura, resaltando el carácter mediterráneo, con grandes terrazas para aprovechar nuestro magnífico clima y el acompañamiento de una jardinería llena de color, fue determinante para consolidar nuestro modelo de éxito. Hay que agradecer esa visión de calidad y excelencia que nos ha llevado a ser la ciudad que somos”.

Desde El Saler, Valencia

El Campo de Golf El Saler está en el «top five» europeo”. Fue construido en 1968 y dicen ser la “obra maestra de Javier Arana”. Dialogo con su director Francisco Contreras, que habla con entusiasmo del Club de Golf Aloha. Lo conoce bien. “Es fantástico que, en una superficie como la que ocupa, puedas encontrar hoyos tan diferentes y tan divertidos. Cuando el arquitecto Javier Arana lo diseñó, hizo algo muy difícil y a la vez muy importante adaptando el recorrido a las hectáreas disponibles creando un campo único dentro de los suyos, con un respeto profundo por la naturaleza intentando alterar lo mínimo el terreno… Jugar los campos de Arana es disfrutar de esa naturaleza que te envuelve y te atrapa. Es el caso de El Saler y Aloha”. 

La naturaleza es lo que tuvieron en cuenta, prioritariamente, Ibarrondo y Quilez, consiguiendo el milagro de transformar el cemento, en hierba. También para ellos tiene el director de El Saler palabras de reconocimiento: “Creo, sinceramente, que se adelantaron a un tiempo de respeto por la naturaleza valorando la importancia de proteger y cuidar la biodiversidad. Indudablemente, jugar, disfrutar y vivir Aloha es un placer que no podrían ofrecer las 60 torres. Supone además una protección y mantenimiento de ese entorno natural que, de otro modo, se hubiera perdido”.

Magna Marbella Golf

Este Club Escuela de Golf, situado en el corazón del Valle del Golf, sobre Puerto Banús, es un campo de nueve hoyos de trazado largo, en el que el diseñador José María Elguezabal ha logrado unir lo fácil y lo difícil creando un campo de golf desafiante y elegante para todos los niveles de juego. No es, ni mucho menos, un rival para Aloha, que eso queda para el terreno de juego. Es un campo de golf amigo y es lo que se desprende del afecto de su presidente Ricard Solé al ofrecernos su testimonio sobre Aloha en su cincuentenario.

“En toda esta transformación de los últimos 50 años de Marbella, el campo de golf Aloha ha estado siempre presente, apostando por la excelencia y manteniendo un nivel de exigencia a la altura de los mejores campos de golf de Europa. La apuesta por la naturaleza y el ocio del lujo fueron grandes pasos que se dieron en aquel momento para ir sembrando la semilla de lo que es actualmente Marbella, destino de golf a nivel mundial”.

La sensatez y la cordura de José María Ibarrondo y Javier Quilez por encima de la desmesurada especulación a nivel inmobiliario de aquel momento, abanderando, por todo el mundo, la marca Marbella, una gran ciudad en la que, si quieres disfrutar de una experiencia plena, no puedes irte sin jugar los espectaculares 18 hoyos de este gran campo y contemplar desde el tee del hoyo 8 la increíble montaña de La Concha, la cual es parte relevante del escudo del Club de Golf Aloha”.

Club de Golf Las Brisas

Fue construido en 1968 por José Banús en los comienzos de su proyecto cumbre de Nueva Andalucía creando un campo de golf de excelencia, pero diferente, con un jardín botánico que encargó a Gerald Huggan, diseñador de los jardines de Nairobi. Huggan captó la idea de Banús y se trajo hasta Las Brisas una representación de árboles de todos los continentes, lo que supone un espectáculo para quienes disfrutan del campo de golf según van jugando.

Es el campo de golf más cercano a Aloha. Se puede decir que es un buen vecino y un campo amigo. Así lo transmite Ricardo de Miguel, Golf Manager de Las Brisas: “Aloha y Las Brisas son dos clubes hermanos. Siempre hemos tenido una gran amistad y colaboración desde sus inicios, y así es en la actualidad, compartiendo torneos en ambos campos. Sentimos por Aloha un cariño muy especial”.

Tanto Las Brisas como Aloha conservan la idea inicial de José Banús de hacer de Nueva Andalucía una zona exclusiva, y así lo recuerda Ricardo de Miguel: ”El éxito de que no fracasara la idea del gran proyecto de José Banús fue gracias a la decisión y valentía de José María Ibarrondo y Javier Quilez, a los que tuve el gusto de conocer. Fueron los artífices de la cancelación del horrible proyecto basado en la construcción de torres de gran altura”. 

Ricardo de Miguel puede dar fe del punto de partida de lo que ahora es Nueva Andalucía y recuerda la iniciativa de José Banús porque, sin duda, Marbella no sería lo que es sin uno de los puertos de lujo más reconocidos del mundo. Las magníficas instalaciones de Las Brisas acogieron la gala de la inauguración de Puerto Banús, que Ricardo de Miguel guarda en su memoria: “La cena fue en nuestro club y entre los invitados de José Banús estaban Rainiero de Mónaco, Grace Kely, el Aga Khan… y vino a cantar Julio Iglesias. Fue una gala memorable”.

José Luis Mangas, el primer profesional de Aloha

Es muy de agradecer el cariño y respeto desde otros campos de golf hacia Aloha, lo que dice mucho en favor de sus representantes. Todos reciben personajes de reconocimiento mundial. En el caso de Aloha, el recuerdo lo lleva muy a gala José Luis Mangas, el primer profesional de golf que tuvo Aloha, desde su inauguración en 1975 hasta su jubilación.

El mejor recuerdo lo tiene José Luis para su amigo Severiano Ballesteros: “Sin duda, como jugador de golf ahí ha quedado para la historia el reconocimiento mundial, pero como persona tengo el honor de que Seve me considerase su amigo y la suerte de haber coincidido con él en muchos torneos. Pasaron por Aloha grandes profesionales del deporte como el futbolista británico Bobi Charlton y el campeón del mundo de automovilismo James Hunt, pero con el que más he jugado ha sido con Sean Connery porque vivía en Marbella y frecuentaba Aloha, era un jugador con un nivel alto”. 

Aquí dejo un apunte personal, referido a Connery, porque, en 1992, me concedió una entrevista, para Interviú. Tuvo más un carácter político y dejó un buen titular “Seguí con interés la transición política en España y me sorprendió gratamente. Casi todo el mundo esperaba un cambio más violento”.

También hubo un espacio para el golf y palabras de elogio para Ballesteros. “Yo dije que iba a ser un campeón cuando apenas era conocido; fue un pronóstico acertado. He cumplido mi ilusión de jugar con Seve”. La entrevista se produjo en el Club Social de Aloha, a media mañana, cuando terminó su partida de golf. Sabido es que era un hombre muy atractivo, pero, de cerca, mucho más. Muy simpático y con sentido del humor. Le gustaba vivir en Marbella: El clima, su gente, la comida… En Aloha se come muy bien”.

Me propuso un pescado a la sal y me dejé llevar. Fue un acierto. Aloha ha mantenido, desde siempre, un nivel alto en su restaurante que actualmente regenta Fermín Muñoz siguiendo la estela de su padre, Cipriano, que tenía, en Puerto Banús, el mejor restaurante de productos del mar, muy frecuentado por Connery, según me dijo. Fermín lleva el sello de la casa, con un magnífico equipo que comanda el bilbaíno Dioni.

De siempre, Aloha se ha significado por su apoyo en la organización de torneos solidarios. Uno de ellos es el dedicado a los niños con la enfermedad llamada ‘piel de mariposa’, iniciativa de la familia Ibarrondo Montero, fundadores, en 1993, a nivel nacional y cofundadores para Europa.

Cierro este reportaje feliz de haber conseguido el testimonio de Jon Rahm, en una fotografía dedicada al Club de Golf Aloha en su cincuentenario, gestión personal con la ayuda de nuestro querido y recordado Alejandro Echevarría, que partió antes de que me llegase, pero, sabiendo ya que la fotografía para ese campo de golf, tan recorrido por él, solicitada a su paisano Rahm, estaba en camino con la mención a sus impulsores José María Ibarrondo y Javier Quilez. Merecedores de tal reconocimiento. Sería loable y justo que, también, el municipio de Marbella tuviera, hacia ellos, un gesto de agradecimiento por la defensa de la naturaleza en Nueva Andalucía.

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