Dos »novatos» a punto estuvieron de hacer historia en el AT&T Byron Nelson, especialmente uno de ellos, Austin Eckroat, quien buscaba convertirse en el primer alumno de la PGA Tour University en ganar en el Tour, y se quedó a solo un golpe de forzar el desempate y dos de vencer. El otro, Zecheng Dou, se descolgó antes de la pelea.
Porque emergió como una bala Jason Day, el veterano jugador australiano que se relamía pensando en volver a aparecer en la foto de los domingos con un trofeo entre las manos y esa sensación le gustó tanto que peeó por ella hasta el final. Hacía tiempo que no se veía en la pomada y de hecho, en los dos últimos años acumulaba más cortes fallados que resultados positivos entre los 25 primeros, mientras que esta temporada ya acumula siete top 10.
Los problemas en su espalda, la enfermedad de su ya fallecida madre u otros problemas de salud le habían impedido una y otra vez rendir al máximo, hasta ahora, cuando se reservó su mejor vuelta para el domingo (62 golpes).
Sin un solo error, fue encadenando un birdies tras otro, así hasta nueve, con especial mención los tres seguidos de la primera vuelta (hoyos 3, 4 y 5) para un total de -23 de acumulado, dejando a uno al citado Eckroat y a Si Woo Kim, que fue quien más le apretó al terminar con 63 impactos quedándose a dos la otra exalación de este última día,con 62 en su tarjeta.
»Por alguna razón pensé que iba a ganar el torneo. Es fácil decir eso ahora porque lo he logrado pero eso es solo que, por alguna razón, tenía este tipo de pensamiento durante toda la vuelta. A veces hay momentos en tu ronda en los que piensas, ‘Oh, no lo voy a conseguir’, pero en esta ocasión nunca tuve ese pensamiento en toda esta semana», comentaba.
Una victoria dedicada a su madre, la que lo crió desde que su padre falleciera con 12 años, »ella ha estado conmigo» decía emocionado el australiano en las declaraciones posteriores, habiendo ganado además en el Día de la Madre en Estados Unidos.
Ahora que los problemas de espalda parecen haber quedado atrás y peude jugar sin dolor, ¿volverá a pelear por las grandes citas como antaño?
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