Keith Mitchell superó el peor tramo de viento en Pebble Beach, tan fuerte que golpeó un hierro 8 en el hoyo 7 de 106 yardas. Justo cuando pensaba que se había librado al superar los hoyos oceánicos, sonó la bocina para detener el juego.
«Sabíamos que esos iban a ser los hoyos difíciles. Ese iba a ser potencialmente el tramo más duro de toda la semana», dijo Mitchell. «Si podíamos superar ese tramo con una puntuación relativamente buena, estaría preparado para el fin de semana».
Lo consiguió, y después de un gran drive en el hoyo 11 con el viento a su favor, de repente tuvo el resto del día libre.
Peter Malnati encabezaba la clasificación con 12 golpes bajo par a falta de seis hoyos para el final de su recorrido en Pebble Beach. Empezó los últimos nueve hoyos junto al océano en condiciones benignas, y estaba en el cuarto green, después de tres birdies consecutivos, cuando el juego se detuvo.
Mitchell, que juega junto al quarterback de los Buffalo Bills Josh Allen, y Joseph Bramlett, que juega con la estrella galesa del fútbol Gareth Bale, estaban con 10 bajo par.
Kurt Kitayama, líder tras 36 hoyos, y Hank Lebioda estaban tres golpes por detrás. Jugaban en Spyglass Hill.
El culpable de la suspensión fue el campo Shore de la Península de Monterey, especialmente el tramo que bordea el océano. Gary Young, árbitro jefe del PGA Tour, empezó a recibir informes de que las bolas se movían en los greenes. Dijo que un aficionado golpeó un putt y el viento empezó a devolverlo hacia el jugador.
Con una rotación de tres campos, el juego tiene que detenerse en los tres. El PGA Tour tenía esperanzas de reanudar el juego a última hora de la tarde, pero el viento era implacable y las previsiones no permitían ser optimistas.
La tercera ronda se reanudará el domingo por la mañana, y los amateurs tienen la opción de volver y completar un pro-am de sólo 54 hoyos.
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Fotos: PGA Tour
