Es la primera victoria en el PGA Tour para Zalatoris, que se coloca en el número 1 de la FedExCup.
«Sí, es un poco difícil decir ‘ya era hora’ cuando es tu segundo año en el Tour, pero ya era hora», dijo Zalatoris, quien perdió en desempate el Farmers Insurance Open y en el PGA Championship esta temporada, fue segundo en el U.S. Open, y era el jugador mejor clasificado sin una victoria en el PGA Tour en su currículum.
Salvó el par desde tres metros en el hoyo 72 en regulación para llegar al desempate, y desde cuatro metros en una línea similar en el segundo hoyo de desempate (también el 18). Luego, después de una tensa decisión al declarar no jugable su bola en el par 3 del hoyo 11 -su golpe de salida se había encajado en una pared de roca-, volvió a la zona de dropaje, dejando su golpe a dos metros embocando para ganar el torneo.
Sus ojos se llenaron de lágrimas y le costó hablar. Todas las veces que había felicitado a otra persona, ocho top-10 esta temporada, tres subcampeonatos, todo había desembocado en esto.
«Estoy muy orgulloso de él», dijo Josh Gregory, su instructor, que también estaba llorando. «Se le critica mucho por su putt y él es un putter muy bueno. No se puede jugar tan bien como él y no ser un buen putter, y hacer esos en la recta final fue bastante impresionante».
«Creo que es una señal de lo que está por venir», añadió. «Espero que ahora se abran las compuertas».
Jon Rahm firmó la mejor vuelta de la semana con un 66 lo que le permitió acabar en quinta posición con once bajo par.
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Fotos: PGA Tour
