Tres días después de tirar su madera 3 por encima de la valla en su último hoyo en el Liberty National, Rory McIlroy utilizó su nuevo palo, una vieja madera 3 que encontró en su garaje, con la que pegó un golpe de 285 yardas, en el hoyo 16, por encima de un búnker que le permitió embocar un putt de eagle para compartir el liderato.
McIlroy no ha abierto con una puntuación tan baja desde el 64 en el TOUR Championship del año pasado, y ahí es donde está tratando de volver. Es el número 28 de la FedExCup, y sólo los 30 primeros después del BMW Championship llegan a East Lake.
«He pasado antes por tramos de playoffs en los que siempre estás en ese grupo de cabeza. Eres 1, 2 o 3 en la FedExCup, y eso puede pasar factura mentalmente», dijo. «Estoy en una posición en la que necesito jugar bien para poder jugar la semana que viene. Hay un elemento de libertad de acción».
En cuanto a Rahm, está descansado e implacable como siempre.
El campeón del Abierto de EE.UU. y número uno del mundo hizo cinco birdies en la parte delantera y mantuvo los bogeys fuera de su tarjeta para un 64. Fue la decimoquinta vez en sus últimas 17 rondas, desde el domingo en el PGA Championship, en la que firma un resultado en los sesenta golpes.
Rahm viene de un tercer puesto en la apertura de los playoffs de la FedExCup la semana pasada en el Liberty National, perdiendo una ventaja de dos golpes en los últimos nueve. Eso podría haberle molestado más en el pasado, si no fuera porque estaba encantado con Tony Finau, y se ha convertido en un fan de Ted Lasso.
El español, fuerte como un toro, prefiere ser un pez de colores.
«El animal más feliz del mundo es un pez de colores. ¿Sabe por qué? Tiene una memoria de 10 segundos«, dijo Rahm, recitando una famosa frase de la serie de Ted Lasso. «Jugué un gran golf la semana pasada, sólo un par de malos swings en la recta final, y eso es lo más importante a recordar».
Sam Burns también jugó sin bogeys al anotar su cuarta puntuación de 64 en sus últimas ocho rondas. Aunque está preparado para el TOUR Championship, una gran semana en Caves Valley podría convertirlo en un aspirante para una de las seis elecciones de capitán para la Ryder Cup.
Es una posición difícil para varios jugadores que intentan conseguir el sexto y último puesto automático en el equipo de Estados Unidos esta semana, o al menos llamar la atención del capitán Steve Stricker. Burns está entre los que intentan pensar sólo en la tarea que tienen entre manos, sea cual sea.
«Ahora mismo estoy centrado en intentar dar la mejor respuesta que pueda, y después de eso intentaré averiguar qué quiero comer y seguir haciendo eso una y otra vez», dijo Burns.
Los jugadores se dieron un festín en Caves Valley, al igual que hicieron en Liberty National la semana pasada, y era de esperar. El campo estaba blando por la lluvia que el huracán Henri dejó caer durante el fin de semana, y los jugadores podían levantar, limpiar y colocar sus bolas de golf en la hierba cortada a ras.
Dieciocho jugadores estaban en 67 o menos, un grupo que incluía a Sergio García (65), Patrick Cantlay (66) y Tony Finau, Xander Schauffele y Dustin Johnson (67).
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Fotos: PGA Tour
