Cameron Smith falló un putt de tres metros y medio para birdie en el último hoyo y tuvo que conformarse con un 11-bajo, 60 golpes, para establecer el récord del campo en el Liberty National. Jon Rahm finalmente se puso en marcha con una serie de birdies, frenados en el hoyo 13, donde su segundo golpe se fue al agua, situación que brevemente le costó el liderazgo y ciertamente frenó su impulso.
El campeón del Abierto de EE.UU. hizo dos birdies, un bogey, un doble bogey y un excelente par en los últimos cinco hoyos para lograr un 67.
Quedó con 16 bajo, un golpe por delante del sudafricano Erik van Rooyen que diez birdies para un 62, una de las cuatro rondas de 62 o menos.
Justin Thomas (67) y Tony Finau (68) quedaron a tres golpes. Shane Lowry y Corey Conners hicieron 62 golpes cada uno y se mantuvieron en la lucha.
La puntuación media en la tercera ronda fue de 68,3
Smith salió del tee unas tres horas antes que los líderes y abrió con cinco birdies en seis hoyos, uno de los varios buenos comienzos. El australiano, sin embargo, siguió adelante. Consiguió su octavo birdie en el 13, se quedó a un palmo del hoyo en uno en el 14 y empezó a pensar en el 59.
Smith falló por poco un putt para eagle en el alcanzable par 4 del 16, golpeó con un wedge en el 17 para llegar a 11 bajo para la ronda y estuvo a un birdie de la décimo tercera ronda por debajo de 60 en el PGA Tour. Su aproximación al 18 se quedó a tres metros a la derecha de la bandera.
«Simplemente no lo hice», dijo Smith.
Incluso con Smith registrando su 60, Rahm recuperó el liderato con su quinto birdie de la ronda en el hoyo 11, y tenía buenas oportunidades de puntuación por delante. Sólo que no le salieron muy bien.
Desde la calle del par 5 del 13, encontró el agua delante del green, en un golpe que por un metro no fue una clara opción de eagle. Después de anotarse la penalidad, golpeó a la izquierda en un rough profundo, apenas llegó al green y tomó dos putts para un doble bogey.
A continuación, se fue largo en el par 3 del 14 a lo largo del río Hudson en un rough tan espeso que apenas podía ver su bola. Abriendo la cara de su lob wedge y jugándolo como si fuera un golpe de búnker, lo cortó magníficamente a 1,5 metros para el par.
Recuperó el liderato con un corto birdie en el 15, y luego envió su bola de salida justo a la izquierda del green en el 16. Pero su flop salió demasiado fuerte, rodó por el green y cayó al agua, lo que le llevó a hacer bogey. Respondió con un birdie de menos de un metro en el 17 y perdió por poco una oportunidad de birdie en el 18.
