Cantlay consiguió su cuarta victoria en el PGA Tour y su segundo título en el Memorial Tournament (2019) en las últimas tres temporadas al superar a Collin Morikawa en un desempate, embocando un putt crucial de par de más tres metros antes de que su oponente no pudiera igualar desde la mitad de distancia.
Ambos jugadores viajaron en una montaña rusa para acabar firmando 71 golpes el domingo terminando con 13 bajo par y forzar los hoyos extra. Sólo otros dos jugadores, el tejano Scottie Scheffler (70) y el sudafricano Branden Grace (71), tuvieron posibilidades reales de ganar el título a lo largo del día.
Fue un cambio sorprendente con respecto a las 24 horas anteriores, cuando todos los jugadores terminaron la tercera ronda muy por detrás del campeón defensor, Jon Rahm. Pero la ventaja de seis golpes de Rahm se esfumó cuando, desgraciadamente, tuvo que retirarse tras dar positivo en un test de COVID-19.
«Definitivamente lo recordaré ligeramente diferente. Pero la forma en que me he sentido hoy no es diferente. Es una situación muy desafortunada y no es algo que le desearía a nadie. (Jon) ha jugado muy bien durante las tres primeras rondas. Así que hay algo que no puedo explicar y que hace que sea un poco diferente, pero hoy he pegado muchos golpes sólidos y creo que lo recordaré», dijo Cantlay sobre las circunstancias.
Cantlay perdió el liderato tres veces el domingo, fallando algunos putts críticos y momentos aparentemente cruciales. Pero el jugador de 29 años dio un gran paso adelante en el hoyo 17 con un birdie de siete metros para unirse a Morikawa en la cima. Esto se produjo después de un retraso por lluvia, con un fuerte aguacero azotando el campo.
El californiano desaprovechó una oportunidad desde una distancia similar para en el último hoyo reglamentario, pero se impuso en el primer hoyo extra para compartir una vez más el último apretón de manos con el anfitrión del torneo y la leyenda Jack Nicklaus.
Desde que ganó el premio Jack Nicklaus como mejor jugador universitario de Estados Unidos en 2011, ambos han tenido relación. Nicklaus llegó a decir que Cantlay, y todos los demás ganadores anteriores del premio, son «en muchos sentidos mis hijos.»
«Siempre es especial salir del green 18 y estrechar su mano. Tenemos una gran conexión y somos, yo diría, buenos amigos en este momento, y eso lo hace un poco más especial», dijo Cantlay. «Me ha tomado bajo su tutela y hacerlo en su casa con los consejos y los ánimos que me ha dado a lo largo de los años es muy especial para mí».
Rafa Cabrera Bello cerró su participación en el torneo con una tarjeta de 72 golpes que le permitieron ascender nueve puestos hasta el puesto treinta y siete.
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Fotos: PGA Tour