Cantlay llegó a Muirfield Village antes del amanecer. Terminó cuando era la hora de la cena. Y, salvo algunos errores inevitables, estuvo sólido en los 33 hoyos que afrontó.
«Hoy hemos estado ahí fuera durante tanto tiempo que puedes dormirte un poco al volante», dijo Cantlay, que ganó el Memorial hace dos años. «Así que ser consciente de ello y comprobarte a ti mismo: ¿estás tan concentrado como puedes? – creo que es la clave».
Cantlay estaba con 8 bajo, 136 golpes en el renovado Muirfield Village, donde el rough es más grueso y denso de lo habitual, y la lluvia que arrasó casi la mitad de la ronda inicial no ayudó.
Jon Rahm estaba empatado en el liderato con 8 bajo par en 13 hoyos, haciendo un putt, de medio metro, para birdie antes de que la oscuridad detuviera el juego. Collin Morikawa estaba justo ahí con él hasta que hizo un triple bogey en el hoyo 12.
Collin Morikawa y Jon Rahm, ambos ganadores en Muirfield Village el año pasado en diferentes torneos celebrados en semanas consecutivas, estuvieron entre los que tendrán que volver hoy sábado por la mañana.
Rafa Cabrera Bello también tendrá un largo sábado por delante. Tras su 68 inicial, está jugando al par del campo en la jornada del viernes, donde le quedan ocho hoyos por jugar. Ocupa la octava posición.
Scottie Scheffler se recuperó de tres bogeys en sus cuatro primeros hoyos para lograr un 71 y se situó con 6 bajo entre los que completaron la segunda ronda. Todos ellos tuvieron días largos, ya que tuvieron que terminar la mayor parte de la primera ronda por la mañana y 18 hoyos por la tarde, con sólo unos 30 minutos entre medias.
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Fotos: PGA Tour
