Burns hizo 3 bajo, 69 golpes, para aventajar en un golpe a K.H. Lee, que hizo 67. Jordan Spieth, Matt Kuchar y Charl Schwartzel hicieron 66 golpes cada uno y quedaron a tres golpes junto a Alex Noren, que hizo 70.
Los jugadores volverán a jugar en tríos desde los tees del 1 y del 10 poco después del amanecer del domingo, con la previsión de fuertes lluvias. Sin retrasos, el torneo terminará unas cuatro horas antes de lo normal.
Spieth logró otro eagle en el par 5 del 18, esta vez con un putt más corto y curvado desde el antegreen detrás del hoyo. Esta vez sólo sirvió para recortar su desventaja. El rugido fue el mismo cuando el lunes embocó un putt similar.
«Una vez que llegó al green, se veía bien», dijo Spieth. «Empecé a levantar el putter y no estaba seguro de que fuera a entrar por el ángulo en el que entraba. No quería mirar a la multitud, pero, quiero decir, fue un momento realmente genial».
Seamus Power embocó un golpe desde búnker de unos diez metros en el par 4, hoyo 15, para un 67 y quedó empatado con el ganador del U.S. Amateur 2017, Doc Redman, con 16 bajo. Redman hizo 69 golpes.
Scott Stallings y Harris English hicieron 63 golpes después de pasar el corte con 6 bajo par, un récord en el Byron Nelson en un campo que albergó dos campeonatos del Korn Ferry Tour.
Burns, que intenta convertirse en el primer jugador desde Camilo Villegas en 2008 en conseguir sus dos primeras victorias en el PGA Tour en eventos consecutivos, cometió su primer bogey del torneo en el primer hoyo al que sumo otro en el sexto. Falló un eagle por centímetros en el 18.
Rafa Cabrera-Bello recuperó el impulso de la primera jornada firmando una tarjeta de 66 golpes. El canario asciende hasta la novena posición con quince bajo par y alguna opción de triunfo. Quien lo tendrá más complicado para conseguir la victoria será Jon Rahm (68), el vasco sigue poniendo a punto su juego de cara al PGA Championship de la semana que viene.
