Camilo Villegas cerró su vuelta aún mejor que Streb. Un eagle en su último hoyo, 66 golpes, le permitió mantenerse cerca del liderato con vistas al fin de semana. Un eagle no carente de la suerte del campeón. Su golpe de salida se fue a la derecha rebotando en el camino, lo suficiente para dejarle un hierro nueve que dejó su bola a escasos cuatro metros de bandera.
Las dos últimas rondas del torneo se disputarán en el Seaside Course donde Joel Dahmen iluminó el viernes con un 61, nueve bajo par, que le llevó hasta la undécima posición.
Los cuatro último ganadores del RSM Classic partieron como líderes tras los treinta y seis primeros hoyos. «No quiero ser el que lo rompa», dijo Streb. «Todavía queda mucho golf, y veremos qué pasa».
Villegas juega con la misma actitud. Jugar el golf y ver que pasa al final de la jornada. A su 38 años, el colombiano, viene de estar parado mucho tiempo por una lesión en el hombro. Aunque eso sea lo de menos. Su mundo se vino abajo cuando su hija de 2 años, Mia, desarrolló tumores en su cerebro y columna vertebral. Murió a finales de julio. Villegas tiene a su hermano como caddie – Manny, que también jugaba profesionalmente – y eso le ayuda a mantener su mente en el golf.
“Voy a ser muy honesto, están pasando tantas cosas en el campo de golf, estás tan concentrado, es lo que he estado haciendo toda mi vida. Tener a mi hermano en la bolsa también ha ayudado. Me mantiene controlado y tratamos de jugar al golf cuando estamos ahí fuera.«
El jueves, vio un arco iris en el campo de tiro y le hizo pensar en su hija.
«Una vez que llegas al primer tee, intentas concentrarte en el golf», dijo. «Creo que he hecho un buen trabajo».
Rafa Cabrera-Bello, único español en Georgia, ha pasado justo el corte con tres bajo par. Mejoró su primer resultado con un 68 en la ronda del viernes.
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Fotos: PGA Tour
