El nuevo Hulk Hogan del golf, Bryson DeChambeau, ese jugador que vive a base de haber aumentado su masa muscular en un gran porcentaje, que se alimenta de batidos de proteínas y de realizar muchas comidas al día, no ha dejado de ser meticuloso en su trabajo, constante en la búsqueda de la fórmula perfecta para jugar (si es que existe).
No ha cambiado la bata por las pesas del todo, pero su nueva figura, esa potencia que ha desarrollado, le ha venido como anillo al dedo en campos como este TPC Summerlin, donde ha conseguido un inicio de 62 golpes que empezaba muy bien (con birdie) pero que terminaba aún mejor (más birdies en el 15, 16, 17 y 18), que sumaba a otros cuatro más (7, 9, 12 y 13).
Notable inicio (de nuevo) para Sergio García. Su ronda de 66 en cualquier otro momento le hubiese situado en el liderato o, como mínimo, en el top 3 tras la primera vuelta, pero es que los resultados han sido realmente bajos y aun así solo se ha distanciado cuatro golpes de DeChambeau.
Parece que desde la semana pasada ha conseguido mantener la regularidad y el nivel, que el parón no le ha descentrado y que sigue con ese toque mágico que posee y que sólo se ve a cuentagotas. Su único pero llegó en el 13, donde cometió su único bogey del día, pero rápidamente lo solventó con birdies en el 16 y 18.
En números por debajo del PAR se ha movido igualmente Rafa Cabrera Bello; en su caso alcanzaba el -3 (68 golpes) que le dejaba en la parte media de la tabla donde, no obstante, no puede descuidarse, pues seguro que se vuelven a dar vueltas bajas y el corte estará muy disputado.
De entre los nombres principales del torneo destacar a Louis Oosthuizen (65 y T13), Charl Schwartzel (66 y T21), Cameron Champ y Rickie Fowler (67 y T32); Joaquin Niemann, Jason Day y Hideki Matsuyama (68 y T59) o Francesco Molinari, con una ronda de 70 golpes en su reaparición tras meses parado.
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Fotos: PGA Tour