Al fin y al cabo este torneo lleva el nombre del santo patrón de las causas perdidas y, así de alguna manera, sus oraciones fueron respondidas. La bola de Thomas rebotó en el camino y terminó a salvo sobre el agua a 321 yardas en un suave recodo de “rough”, dejándole un tiro claro y a sólo 50 yardas de la bandera.
«Fue una suerte de lotería», dijo la reportera de CBS Dottie Pepper.
De hecho, lo fue, y Thomas tomó ventaja embocando un putt de algo menos de dos metros para asegurar la victoria.
«Ese es el tipo de cosas que supongo que pasan cuando ganas», dijo Thomas.
En una ciudad a la que Elvis Presley llamaba su hogar, Thomas volvió a ser el rey del mundo del golf. Recuperó el título de número 1, saliendo de un atasco con dos birdies tardíos para ganar el WGC – FedEx. Jude Invitational por tres golpes sobre Brooks Koepka, Daniel Berger, Tom Lewis y Phil Mickelson.
«Fue un día muy reñido», dijo Thomas. «No he jugado exactamente bien viniendo de atrás en el pasado y siento que he aprendido mucho de eso.»
Thomas, que empezó el día con cuatro golpes de desventaja, hizo birdies en dos de los tres primeros hoyos en el TPC Southwind en ruta para firmar 5-bajo par, 65 golpes, para un total en 72 hoyos de 13-bajo par.
El español Jon Rahm, que terminó en el puesto cincuenta y cuatro, tuvo un corto reinado de dos semanas como número uno del mundo. Thomas previamente tuvo la distinción durante cuatro semanas, la más reciente la semana del 3 de junio de 2018. Su objetivo es mantenerse en la cima de la clasificación en la primera gran cita de la temporada el PGA Championship, un título que ganó en 2017.
