Hay veces en las que el golf se pone demasiado exquisito, demasiado apegado a la norma y aunque es verdad que según las reglas Jon Rahm merecía una penalidad por haberse movido la bola, hay que saber ser un poco flexible.
Esto ocurría en el hoyo 16 mientras el vasco preparaba su golpe. La bola se movía apenas un milímetro, imperceptible casi para el ojo humano, por lo que los árbitros tuvieron que revisarlo a cámara superlenta y, tras esto, decidir.
Al español se le notificó la sanción una vez que llegó a la Casa Club y su tarjeta aumentó en dos golpes, pasando de -11 al -9 con el que se impuso al final, menos mal que la distancia con el segundo era amplia (se quedó en tres golpes).
El propio Rahm así lo contaba: »No vi que la bola se moviera, si no, lo habría dicho, no me gusta ganar haciendo trampas. Cuando posteriormente lo he podido ver con el zoom y más despacio, sí es verdad que la bola se mueve por lo que respeto la decisión de los árbitros».
Este vídeo no es la mejor toma pero se aprecia mínimamente el cambio de posición de la pelota:
— Mike T (@tback15) July 19, 2020
