Morikawa superó todos los obstáculos delante de él en un no apto para los que tienen la tensión alta. Con múltiples giros en una trama digna del mejor serial de aventuras. Al final la historia termino con el joven Morikawa anotándose su segundo título del PGA Tour. Lo hizo forzando primero un desempate, haciendo tres tiros con tres para jugar con dos pares y un birdie mientras Justin Thomas hacía bogey en dos de sus últimos tres hoyos.
Tras embocar Thomas su putt más largo de la temporada, unos quince metros con unos tres de desnivel en el primer hoyo de los playoffs, Morikawa embocó su putt de unos siete metros y medio.
Entonces todo lo que Morikawa pudo hacer fue ver como Thomas perdía su oportunidad de ganar en el segundo hoyo de los playoffs cuando su putt desde tres metros acababa lamiendo el borde derecho del hoyo.
Finalmente, en el tercer hoyo extra, Morikawa dividió la calle, dejó su golpe de aproximación a tres metros e hizo dos putts para par, mientras Thomas, que dejó su golpe de salida detrás de un árbol, hizo bogey.
«Increíble, así es como se desarrolló el día», dijo Morikawa. «Fueron unos largos, largos 21 hoyos. Fue un trabajo duro. Sabía desde el principio que hoy no se iba a conceder nada.»
Jon Rahm hizo la gesta del día, 64 golpes del vasco, aupandoló hasta la vigésimo séptima posición un vertiginoso ascenso de treinta y cinco puestos.
