El homenaje que el PGA Tour quiso rendirle al diseñador Pete Dye, tomó la forma de torneo, concretamente del The American Express y en él se impuso el norteamericano Andrew Landry.
Landry, quien ya ha pasado la treintena, necesitaba de esta victoria como el comer tras una serie de torneos sin demasiada fortuna y ahora parece que ha dejado atrás sus malos resultados. Es cierto que es un »torneo menor», sin el nombre de otros’, pero es una victoria en el PGA Tour y eso siempre es digno de aplauso, pues no es para nada sencillo; además, logra los derechos de juego de cara a los dos próximos años y billetes directos para el THE PLAYERS, el PGA Championship y el Masters de Augusta.
Empezó el día muy metido en faena, anotando el primer birdie ya en el hoyo 3, al que siguieron dos más (6 y 7). A ellos les siguieron tres más para marcar todavía más las distancias en los hoyos 10, 11 y 12, si bien entró en un pequeño bache en los siguientes tres hoyos, con tres bogeys consecutivos que, aunque no consiguieron quitarle la esperanza, sí que estrecharon ligeramente el cerco que le marcaban desde atrás.
Landry disipó cualquier duda con dos birdies más (17 y 18), cerrando así todas las puertas a los oponentes.
Por detrás, Abraham Ancer lo intentó con todas sus fuerzas y un magnífico 63 (nueve birdies) que le permitió incluso ser colíder, pero el magnífico final del yankee le arrebató el sueño.
Tercero fue Scottie Scheffler (-23 y 70), quien comenzaba el día como colíder, pero veía cómo le sobrepasaron hasta dos rivales.
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Fotos: PGA Tour
