Opción de victoria sobre el campo y en la Casa Club. Por un lado se disputaban un título Retief Goosen y Jeff Maggert, y por el otro Scott McCarron. Unos por la copa que había en juego y el otro por la gloria al final del año.
En lo que se refiere a los dos primeros, tuvieron que irse al playoff tras empatar a -21 al término de las cuatro vueltas reglamentarias, entregando registros de 64 (la más baja del día) y 66 golpes, respectivamente. Tenían que irse, por tanto, al desempate tras fallar Goosen un putt para eagle que incluso el mismísimo Maggert veía ya dentro y, por ende, McCarron, quien de ganar Goosen perdería las opciones de llevarse a sus vitrinas la Charles Schwan Cup, por lo que sus esperanzas estaban puestas en el otro candidato.
Cara a cara de nuevo en el 18 donde ambos empataron en la primera tentativa y donde Goosen erraba de nuevo un putt providencial, esta vez de un metro, en el segundo intento. Y en la tercera oportunidad, llegó el delirio. Segundo golpe de Maggert, lejos, a más de 120 yardas del hoyo y con presión, pues su oponente había conseguido dejarla muy cerca en su tercer golpe.
Bote perfecto, trayectoria excelsa y la fuerza justa, dos botecitos y para dentro, delirio tremendo, gritos, aplausos sobre el campo y en la cafetería, pues McCarron saltó a la terraza de la Casa Club, copa de vino en mano, exaltado y muy contento, recibiendo felicitaciones de Bernhard Langer, Miguel Ángel Jiménez…y otros jugadores al mismo tiempo que Maggert sentenciaba y era felicitado en el 18.
Así concluía el año en el PGA Tour Champions, con Maggert llevándose el triunfo y McCarron la Charles Schwab Cup. Dos títulos y dos ganadores.
Por su parte, Colin Montgomerie terminaba en cuarto lugar, con -16 golpes, empatado con Bernhard Langer, Joe Durant y Jiménez, quien partía con opciones de victoria tras entregar 63 golpes y en el cuarto día las perdía con una ronda de 70 impactos (cuatro birdies y tres bogeys).
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Fotos: Champions Tour