Scott Piercy alimentó su ego con una ronda de 62 impactos y demoliendo hoyo a hoyo la resistencia del TPC Twin Cities de Minnesota. Desde que cogió el primer tee y hasta que llegó al último green, su demostración fue de superclase.
No cometió un solo error, jugando conforme a lo marcado y volando con nueve birdies (seis en los segundos nueve hoyos), levantando aplausos al paso del público y diciendo »aquí estoy yo».
Lo intentaron varios pero no pudieron con él, siendo Hideki Matsuyama el más iluminado tras el norteamericano, colocándose a dos golpes junto con Adam Hadwin. Sorprende ver al nipón tan arriba después de un tiempo sin el lustre de antaño. Esperemos que le dure lo bastante como para poder verle pelear el domingo (este año lleva 15 torneos y únicamente cuatro top 10), sería una delicia para el golf.
Tampoco le fueron mal las cosas a Tony Finau y Bryson DeChambeau (66), en el grupo perseguidor, Brooks Koepka (67) o Jason Day (69), mientras que si seguimos bajando en la tabla encontramos a jugadores como Tyler Duncan y Keegan Bradley (70), Charley Hoffman o Anirban Lahiri (71), o Joaquin Niemann (73).
Mal día, por contra, para un Phil Mickelson que visitaba el líquido elemento una y otra vez, cuatro en total, para ceder demasiado en su vuelta con 74 golpes (tres birdies, tres bogeys y un triple bogey. También le iban mal las cosas a Cameron Champ (75), o Kevin Na (75).
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Fotos: PGA Tour
