Este coreano con pasaporte norteamericano ha empleado sus mejores armas en exas, en el Colonial Country Club, apra desembarazarse de cualquier posible duda y obtener una sólida y cómoda renta la frente del Charles Schwab Challenge.
Kevin Na sonreía junto a su pequeña y a su mujer, al lado de un impresionante automóvil de la firma Dodge, ataviado con la clásica chaqueta de cuadros roja.
Se esperaba quizá una bajada de rendimiento de Na toda vez que a su espalda figuraban rivales como Tony Finau, Jordan Spieth, Jonas Blixt o Tyrrell Hatton, pero él se encargó de borrar cualquier incertidumbre posible abusando de sus mejores palos, los hierros, con una solvencia absoluta, y apoyándose en el putter en cuatro o cinco ocasiones, siempre con acierto.
El norteamericano asentó su supremacía en los nueve primeros hoyos, donde construyó un colchón más que confortable sobre el que mirar cómo los demás peleaban por acercarse a su estela, sin conseguirlo; cuatro birdies y un bogey le conferían mucho margen y en los nueve segundos pudo relajarse, disfrutando de cada hoyo (dos birdies y un bogey). El trabajo estaba hecho.
Por detrás terminaba Tony Finau a cuatro golpes (-9), seguido por Andrew Putnam y C.T. Pan a uno de diferencia. Tyrrell Hatton fue finalmente octavo con 67 golpes y recuperándose del 73 del día anterior, mismo puesto que, entre otros, Jordan Spieth, cayendo este último día con 72.
Spieth volvía a dejarse todas las opciones por el camino; no termina de arrancar y de nuevo quedaba lejos de los mejores. Su época dorada parece muy lejana y aunque pelea cada semana por retornar a ella, no parece terminar de instalarse, con demasiadas subidas y bajadas.
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Fotos: PGA Tour
