La Copa del Mundo de Golf 2018 ya tiene dueños, Thomas Pieters y Thomas Detry. El equipo belga de los ‘Thomas’ no encontró excesiva oposición en el Metropolitan Golf Club de Melbourne, ningún ataque claro, directo, que pudiera impedir que el trofeo viajara hasta Bélgica.
Estreno de lujo para este pequeño país, que gana el trofeo por vez primera con cuatro días de juego combinativo y explosivo, de bombazos sobre el recorrido australiano día sí, día también y con un margen de cara a este domingo más que amplio. Así con 68 golpes, ponían el broche de oro a la competición, con un acumulado de -23 y con la friolera de dos eagles, 25 birdies y solo seis bogeys.
Tres golpes por detrás tiraban de raza los australianos, Cameron Smith y Marc Leishman apoyados por el público y que apretaron hasta quedarse con 65 golpes y remontar tres posiciones. Y empatados con ellos, los sorprendentes mexicanos, a quien nadie metía en las quinielas, ni siquiera en el top 5 pero que a base de trabajo y de constancia, ha logrado estar siempre arriba gracias a los buenos números de Ancer y Díaz.
Por su parte, los españoles, lejos de mejorar en números han hecho todo lo contrario, realizar su peor vuelta de los cuatro días. Una ronda de 75 impactos (tres birdies y seis bogeys), especialmente negados en los primeros nueve hoyos con bogeys en el 6, 7 y 8. Desde luego, no ha sido el final del torneo que esperaban pero Jorge Campillo y Adrián Otaegui se pueden ir al menos con el aprendizaje, la experiencia y con el hecho de haber quedado por delante de equipos fueres como Alemania, Japón u Holanda.
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Fotos: World Cup of Golf