»He tenido que luchar durante todo el día pero me ha encantado. Era un gran desafío a principios de año el pensar que podía volver a ganar pero a lo largo de las competiciones vi que era posible, sabía que podía lograrlo», comentaba a los medios nada más finalizar.
»Es difícil de creer que lo he conseguido, pero ahí está» Eso sí, la pérdida de costumbre en cuanto a luchar por compromisos importantes le obligó a concentrarse más que nunca y a no errar su golpe. »Lo pasé mal conteniendo las lágrimas en el último hoyo, donde no dejaba de decirme: ‘Eh, aún puedes tirarla fuera. Pero una vez metí la bola en el green, choqué la mano de Joey LaCava (su caddie) porque sabía que lo había conseguido», añadió.
»Gracias a todos por el apoyo desde que volví y por hacer posible esta victoria, no lo podría haber logrado sin todos los aficionados. Muchas gracias», finalizaba.
La afición tenía ganas de volver a ver a Tiger levantar los brazos y con mucho sacrificio, lo ha conseguido.