La jornada tenía dos nombres propios, por un lado, el líder, Abraham Ancer, quien tiene uno de ventaja tras terminar con 65 golpes y una ronda de siete birdies (seis de ellos en los primeros nueve) y un bogey y que, de lograrla, sería su primera victoria en el PGA Tour. Por el otro, el que está justo detrás, vencedor en el anterior playoff y que parece no querer perder la buena estela que trae aparejada: Bryson DeChambeau.
El científico del golf como le suelen llamar, se ha marcado la friolera de 63 impactos (eagle, siete birdies y bogey) para subir hasta 19 posiciones, terminando con dos birdies y un eagle, un final fantástico, y todo ello jugando con Woods (¿posible pareja Ryder?).
El norteamericano empata con Tyrrell Hatton, aguantando a duras penas con 69 pero todavía en la brega. Por contra, parece perder enteros Justin Rose, de nuevo cediendo con 70 golpes hasta el T4.
En esta jornada del movimiento, han subido Rory McIlroy (66) hasta el T8, Matt Kuchar (66 y T16), Tiger Woods (68 y T16), Brooks Koepka (68 y T16), Bubba Watson y Hideki Matsuyama (67 y T25 los dos) y Phil Mickelson (67 y T50).
Por contra, han perdido alguna posición Jordan Spieth (68 y T8), Tommy Fleetwood (71 y T12), Dustin Johnson (72 y T33) y Justin Thomas (70 y T60), en definitiva, los principales pesos pesados salvo McIlroy y Koepka, ya que los españoles también han perdido fuelle.
Y es que tanto Rafa Cabrera Bello como Jon Rahm no han podido mantener la línea ascendente que ofrecieron en el segundo día, con los dos dejándose una gran opción de ascenso.
El canario al menos terminó por debajo de los 70 (69 impactos con cinco birdies y dos bogeys), mucho sube y baja para poder agarrarse a la parte alta. Le faltó ser algo más regular en el juego y sobre todo, tener mayor suerte en los greenes, donde se dejó varias opciones.
Por su parte, Rah ofrecía 70 golpes (cuatro birdies y tres bogeys) y tampoco podía subirse al tren hacia la parte alta. Otro día que el de Barrika desperdicia tras un comienzo poco brillante en el que le costaba engrasar la máquina pero que luego sí que es verdad que ha ido encontrando ritmo, aunque no así excesivo acierto.
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Fotos: PGA Tour
