La realidad es que, en ningún momento, llegó Justin Thomas a ver peligrar su victoria. Se pensaba que la principal amenaza le llegaría de las muñecas de Rory McIlroy, que había estado dando avisos toda la semana de que volvía por sus fueros, pero el norirlandés pagó cara la falta de costumbre en los últimos tiempos en eso de pelear por los títulos, y se desinfló.
Por su parte, Thomas se limitó a sonreir, a moverse tranquilo por el campo y casi a disfrutar, como si de un paseo triunfal se tratase. No se esforzó mucho (69 golpes con dos birdies y un bogey) pero es que tampoco lo necesitó.
Todo lo que le salía a él, a McIlroy se le atragantaba, un problema menos, y por detrás, apretó ligeramente Kyle Stanley (68), a la postre segundo, y algo más Thorjborn Olesen y Dustin Johnson, ambos con 64, empatados en tercer lugar. DJ espoleado especialmente por no querer perder el liderato de la FedEx Cup, y también por la honra, demostrando que aunque había estado incómodo toda la semana con su juego, aun así podía ser tercero.
Este título cierra un palmarés en el que prácticamente figura todo, desde un Grande (PGA Championship), la citada FedEx Cup, el número 1 del mundo…le falta solo participar y hacerse con una Ryder Cup pero visto lo visto, será raro que no esté en el próximo equipo y que, muy a nuestro pesar, Estados Unidos forme una escuadra imbatible.
Cayeron en la tabla Jason Day e Ian Poulter, dos que lo intentaron (el inglés incluso empezó como líder la primera jornada con un excelente rendimiento), pero las luces se les han ido apagando hasta concluir con 73 y 74 golpes, respectivamente. Tommy Fleetwood también cedía posiciones, cinco en concreto, con una última ronda de 71 golpes
Los nuestros también cedían. Ni Rafa Cabrera Bello ni Jon Rahm podían aguantar el tipo y se fueron demasiado largos la última jornada. Un total de 71 golpes para el canario y 73 para el vasco, quien cedía 10 posiciones para empatar en el puesto 17 y sin lograr un solo birdie en el desenlace (tres bogeys). Por su parte, Sergio García se iba todavía más lejos. Caída libre para él, sin frenos, hasta los 75 impactos (eagle, cinco bogeys y un doble bogey; no sabemos qué le pasa, parecía que empezaba el torneo muy bien, pero cual azucarillo se ha ido diluyendo hasta prácticamente desaparecer.
Ahora llega el PGA y tendrá un nuva oportunidad de demostrar su calidad, pero antes, hay mucho que corregir así que toca resetear la computadora y empezar de nuevo.
Tiger Woods tampoco podía terminar con muy buen semblante, y es que volvía a subir del PAR con, de nuevo, 73 golpes. Ha concluido en el puesto 31 con, entre otros, Bubba Watson, Francesco Molinari, Alex Noren, Charl Schwartzel o Kiradech Aphibarnrat, y uno por encima de otros como Henrik Stenson y Hideki Matsuyama.
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Fotos: PGA Tour