El año está siendo fantástico para Bubba Watson. El norteamericano se ha hecho con el Travelers Championship dando una demostración de golf sobre el TPC River Highlands y superando a un Paul Casey que dormía como líder tras un sábado magnífico y un domingo en el que no se le vio suelto ya desde los primeros compases y donde tuvo que luchar contra los rivales y contra él mismo, porque su swing, directamente, no iba.
Y es que Watson empezó a cocinar en el 5 lo que sería un ataque en toda regla, logrando dos birdies seguidos y sumando oro en el 9 por solo un error, el bogey del 8. A partir de entonces, en la segunda mitad de la vuelta, todo fue coser y cantar, pura pegada, pura efectividad, la magia de Bubba. Cinco birdies entre el 10 y el 18 para engrandecer su mágica zurda, para cosechar otro triunfo en su dilatada trayectoria.
Con este, Watson logra el triplete en 2018, puesto que en sus vitrinas ya lucían el Genesis Open y el Dell Match Play.
Por detrás suyo apretó, como decimos, Stewart Cink, un compatriota que lo intentó con 62 golpes y con sus nueve segundos hoyos muy bien ejecutados (seis birdies entre el 1 y el 7), para empatar al final con Beau Hossler, JB Holmes y el citado Paul Casey.
De los nombres importantes hay que mencionar a Anirban Lahiri (69 y T9), a Rory McIlroy (67) y Jason Day (69), ambos ubicados en el puesto 12 empatados, a Brooks Koepka y un buen final de 65 impactos para finalizar en el puesto decimonoveno, o a Jordan Spieth, muy desdibujado toda la semana y que con 69 golpes únicamente pudo aspirar a remontar hasta el puesto 42, con -4 de acumulado.
Justin Thomas terminó todavía más abajo, en el puesto 56, con una tarjeta de 73, su peor resultado, en la ronda final.
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Fotos: PGA Tour