Día de movimientos positivos para todos los favoritos: Johnson, Rahm, McIlroy, Mickelson, Spieth…casi todos ellos con dígitos muy bajos que refrendan que han ido tomando posiciones de cara a la antesala de la batalla final.
El primero y mejor en avisar ha sido Dustin Johnson. El norteamericano volaba muy bajito con 64 impactos (siete birdies y un bogey) para colocarse hombro con hombro con la grata sorpresa de este torneo, Beau Hossler (67), quien lleva dos jornadas en lo más alto.
Aparecen algo más atrás, a tres golpes de estos dos jugadores, el dúo dinámico de Arizona, Phil Mickelson y Jon Rahm. El norteamericano entregaba 65 y está en posición de pelear mucho durante el fin de semana. Qué grande sería volver a verle ganar otra vez un título después de muchos años. Calidad tiene de sobra y únicamente le falta ese punto de consistencia para estar en la foto del domingo. Junto a él, el español, quien ha vuelto a repetir 67 golpes, esta vez en Pebble Beach (cinco birdies sin fallo) y está en disposición más que clara para un asalto en toda regla.
Subida fulgurante, también hasta el quinto puesto, la de Jason Day. El australiano colocaba igualmente un muy buen 65 con seis birdies (tres de ellos consecutivos entre el 10 y el 12) para también comenzar a mostrarse por el retrovisor y anunciar, aunque aun tímidamente, su nombre.
Si Rahm repetía números, también lo hacía Rafa Cabrera Bello, en su caso con 69 golpes para subir hasta el puesto 23 empatado (-5) y colocarse en la zona templada de la tabla.
Jordan Spieth, por su parte, amenaza con liarla el fin de semana y montar una buena fiesta. Si empezaba con 72 golpes, ha mostrado ya credenciales con 66 (seis birdies y un bogey) y con un comienzo excelso de cuatro birdies en sus cinco primeros hoyos. El defensor del título no quiere quedarse descolgado y ha subido 75 puestos; es verdad que aun está muy lejos pero la escalada que tiene por delante, de seguir así, puede hacérsele muy corta.
El peor parado de la jornada ha sido Rory McIlroy. Se ha desinflado el norirlandés con 74 golpes en Monterrey Península (tres birdies, cuatro bogeys y un doble bogey). No llevaba mala vuelta, pero entre el cinco (doble bogey) y el 8, enterró la mayoría de sus opciones de mejora.
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Fotos: PGA Tour y Golffile