Uno llega como número 2 del mundo y defensor del título, Jon Rahm, y el otro como leyenda que quiere resurgir y con ocho victorias en este recorrido, Tiger Woods. Presente y pasado, joven y veterano, realidad e ídolo. Los dos lo harán, eso sí, con los focos puestos sobre ellos aunque quizá la vuelta de Woods puede inclinar la balanza a su favor y eso a Rahm seguro le viene bien.
El de Barrika tenía la ilusión puesta en que la organización decidiera ponerles juntos en la partida inicial, pero no ha sido así. Al español le ha tocado con Jason Day y Brandt Snedeker desde el tee del 1 a las 10:30 horas (hora local) el jueves, mientras que el viernes se trasladará al 10 a partir de las 9:20 horas (hora local).
Por su parte, a Woods le tocará bailar con Patrick Reed y Charley Hoffman e intentará, además de pasar el corte, hacerlo con solvencia y sin dolores, como en su última participación el pasado año en el Hero World Challenge, donde ya demostró maneras y parte de ese golf que le hizo brillar hace tiempo.
Otro aliciente será, sin duda, ver si Rahm es capaz de ganar el torneo y de hacerlo, se convertiría en el nuevo número uno, alturas del ranking que pueden darle un plus de confianza o perjudicarle si la ambición y la tensión juegan en su contra. Veremos qué papel juega su cabeza, esa que en ocasiones le da excelentes resultados.
Sabe que puede ganar, ya se ha quitado la presión de encima, y hacerlo durante dos semanas seguidas (lo que los norteamericanos denominan un back-to-back) puede significar un paso adelante extraordinario en su carrera.
Fotos: PGA Tour
