Tocaba decidir el desenlace de uno de los torneos más ajustados de la temporada, la FedEx Cup, en la que podía haber muchos ganadores pero en la que los pesos pesados (Johnson, Fowler, Matsuyama, Spieth…) acabaron por claudicar, dejando la gloria a Justin Thomas.
De entrada, decir que la cita tuvo dos ganadores, Xander Schauffele, quien se adjudicó el TOUR Championship tras entregar 68 golpes en la última ronda (tres birdies y un bogey), y el citado Thomas, quien quedó segundo a un solo impacto y más feliz incluso si cabe que Schauffele, pues suponía su ingreso definitivo en el club de opositores al número 1, además de un jugoso cheque de 10 millones de dólares. Ya no es un tapado, va de frente y tiene calidad de sobra para conseguir el liderato del ranking mundial.
Hay que mencionar también a Schauffele, un jugador que está viviendo últimamente muy aliado con las musas. Tras concluir en el quinto lugar del US Open, consiguió la victoria en el Greenbier Classic y sólo fallaba un corte, por lo que su renacer está siendo una nota muy positiva para el circuito y para él mismo.
No hay que olvidarse de Jon Rahm. Bien es cierto que remó para morir en la orilla, al más puro estilo de las gabarras de su País Vasco natal, a contracorriente, y por ello su gesta es más de admirar todavía; 69 golpes, dentro del top 10 en las cuatro citas de la FedEx Cup 2017 y quinto puesto en la general. Además de eso, ha cosechado un torneo y ha conseguido trece top 10 esta temporada, y eso que era su estreno, palabras mayores.
También hay que aplaudir la conclusión de Sergio García. El de Borriol apretaba con 67 golpes y se situaba a solo uno de Rahm tras escalar cinco posiciones, empatando con Matt Kuchar y Justin Rose.
Respecto al resto de grandes nombres, hay que citar a Jordan Spieth (67 y T7), Dustin Johnson (72 y T17), Jason Day (74 y T17) y Hideki Matsuyama (70 y T26).
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Fotos: PGA Tour