Nos sorprendían Phil Mickelson y su hasta ahora caddie Jim Mackay con un comunicado en el que ponían fin a una exitosa unión de 25 años por los campos, 25 años de títulos, caídas, recuepraciones y de magnífico golf.
Esta despedida se producía, tal y como ambos comentaban, «de mutuo acuerdo, ya que es el momento oportuno para cambiar». ¿Desgaste?, quizá, lo cierto es que ahora se hará raro no verles juntos caminar por los hoyos.
Eso sí, permanecerán el respeto y admiración mutuos que se profesan; de hecho, el propio Mickelson admitía que Mackay es «uno de los caddies que más sabe y que más se entrega a su trabajo del mundo. Es una de las personas más reflexivas que me he encontrado en el mundo del golf y el jugador que trabaje con él a partir de ahora será afortunado. Me relación con Jim va más allá del campo de golf. Ha sido una de las personas más importantes de mi vida y siempre le estaré agradecido por cómo se ha comportado conmigo, es como de la familia».
Así las cosas, para lo que resta de temporada será su hermano Tim Mickelson quien ocupe el lugar de Jim Mackay portando la bolsa del jugador.