No podía tener el norteamericano mejor desenlace para el torneo, su torneo, puesto que ya lo guardará en su retina como aquel que le hizo subir a lo más alto del escalafón mundial, al número 1. Este Genesis Open ha servido para devolver el hambre a un Dustin Johnson que no atravesaba por su mejor momento pero que, a base de trabajo, supo mantener la compostura ante el empuje de otros compañeros y ahora, se ha hecho con el apellido que todos quieren.
Bien es cierto que este sistema de clasificación es harto dichoso y quizá, hasta poco fiable, como él mismo se encargó de admitir: «No puedo entender la fórmula del ranking mundial de golf, pero sé contar 1, 2 y 3 y eso es todo lo que importa», pero también es cierto que en este torneo ha sido quien más lo ha merecido y buscado.
Volviendo al tema deportivo, como decimos, su última vuelta, la peor (71 golpes con tres birdies y tres bogeys), le sirvió, no obstante, para vencer por una renta de cinco impactos, cosechada a lo largo de tres días anteriores en los que jugó sin fisuras, muy concentrado y exhibiendo un golf al que ninguno pudo llegar.
Segundo quedó el cañonero belga Thomas Pieters, quien ya anunciamos en la previa que podría dar la sorpresa, y así fue, con una excelsa vuelta de 63 golpes (ocho birdies) que le granjeó una subida de 23 puestos en la tabla, mientras que tercero empatado fue Scott Brown.
En cuanto a nombres propios, Justin Rose finalizaba cuarto empatado (-11), Branden Grace y Jordan Spieth en el puesto 22 (-6) empatados con otros cuatro golfistas, Phil Mickelson empatado en el 34 (-4) y Jason Day, quien mejoró algo sus números (71), siguió sin encontrarse cómodo en Pacific Palisades y cedió su supremacía en el ranking desde el puesto 64.
Sergio García terminó sin demasiado brillo, con una ronda final de 71 en la que comenzó atacando pero su bagaje final fue de birdie-bogey y demasiados pares cuando se quiere terminar muy arriba. Como durante todo el torneo, no encontró el putter que sí tuvo en torneos anteriores y con tres vueltas iguales o superando los 71 golpes, es complicado estar más arriba.
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Fotos: PGA Tour
