La noticia de la jornada en California no es el hecho de que Justin Rose se mantenga en lo más alto, sino que ni Rickie Fowler, ni Jason Day, ni Dustin Johnson, ni Tiger Woods, consiguieran pasar el corte, en un torneo que ha mostrado una vez más su exigencia con todos, sin hacer distinciones, excepto con Jon Rahm, quien salvó los muebles como mejor sabe hacer, hoyo a hoyo y centrándose en su juego corto (69 golpes y puesto 21).
Vayamos por partes. Como hemos dicho, Justin Rose comanda la tabla con mínimas diferencias respecto a Adam Hadwin y Brandt Snedeker. Rose se fue hasta los 71 con tres birdies y dos bogeys, los mismos golpes que el canadiense, si bien este con cuatro birdies y tres bogeys para hacerse acompañar en la persecución por Snedeker, muy fino con el putt durante toda la jornada.
Y una vez dicho esto, pasemos a la hecatombe. Con el corte establecido en el par, ya anunciamos que Tiger Woods lo tendría muy difícil y los pronósticos se volvieron realidad; únicamente pudo bajar hasta los 72 impactos para terminar con un acumulado de +4 y fallar un corte en California por primera vez desde el lejano 93.
A él le secundaban Dustin Johnson (74 para +2), Jason Day (74 para +3) y Rickie Fowler (75 para +3) además del desafortunado día de Gonzalo Fernández Castaño, autor de una vuelta de 78 en la que en ningún momento vio la luz y se dejó tres birdies, cinco bogeys y dos dobles bogeys en el 14 y en el 14 que sepultaron todas sus opciones.
A pesar de las ausencias, el pulso en lo más alto de la clasificación se mantiene como principal aliciente de un recorrido que seguro se cobra alguna víctima más.
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Fotos: PGA Tour