Cuatro rondas con luces pero también con sombras pueden ser un resumen de lo que ha ofrecido Tiger Woods en los hoyos del Hero World Challenge de Bahamas, donde ganaba el japonés Hideki Matsuyama pero donde muchos de los focos le apuntaban a él directamente.
El norteamericano conseguía finalizar dentro de los 15 mejores, algo a tener muy en cuenta, con rondas de 73, 65, 70 y 76 y excelentes sensaciones con el juego corto, lo que más ha podido entrenar teniendo en cuenta sus dolencias de espalda.
«Gracias al Hero Challenge, al equipo de TGR Live y a todo el mundo presente en Tavistock por producir un evento de clase mundial. Sienta bien competir de nuevo», comentaba el californiano en su cuenta de Twitter.
«Volver a este punto, volver a competir contra los mejores, es lo mejor que me ha pasado. Es cierto es que he cometido muchos errores, pero no es fácil volver después de un año y medio de ausencia. Mi espalda tiene que volver a acostumbrarse, mi cuerpo y mi mente también deben volver a las rutinas de la competición. Volver a competir me ha puesto a prueba más que ninguna otra cosa en mi vida: el dolor, los problemas… ha sido complicado. Ha habido momentos muy oscuros, momentos de mucho miedo porque ni siquiera podía moverme», añadía.
«El dolor lo he vencido gracias a tener amigos que me han apoyado, me han ayudado a superarlo, porque lo necesitaba, necesitaba volver a jugar después del último año y medio fuera. He considerado muchos aspectos pero me gustaría jugar un calendario entero el año que viene», explicaba.
«Nos vamos a sentar, descansar un par de semanas con mis fisios, ponerme un poco más fuerte, coger algo del peso que perdí cuando estuve enfermo y después ver qué plan hay, cuánto puedo jugar, si puedo hacerlo en Florida camino al Masters y si puedo llegar a Augusta», concluía.
Ahí deja Woods su apuesta, veremos si al final cierta, de competir durante toda la temporada con garantías. Un solo torneo quizás no dé buena muestra de su recuperación, así que habrá que esperar a sus próximas convocatorias.