Máxima expectación en el Hero World Challenge ante el regreso del ‘Tigre’, Tiger Woods, quien volvía a coger la bolsa de palos para participar en un torneo del PGA Tour.
Su cara lo decía todo: ilusión. Una única vuelta en la que, aunque no se jugaba nada, le servía para entrar en calor y prepararse para lo que le vendrá a partir de ahora, cuatro rondas en las que ofrecer una cara nueva, una imagen que le haga olvidar sus dolores de espalda y su travesía por el desierto.
A pesar del viento realizaba, como decimos, una vuelta de 70 golpes, con dos eagles y dos bogeys, sin estridencias pero con buenos síntomas.
«Estoy listo, estoy concentrado para mañana. Me he sentido muy bien en todas las parcelas del juego. El viento no lo ha puesto fácil, pero he pegado los golpes que quería cada vez que lo he necesitado. Tengo que trabajar un poco más en los greenes», comentaba Tiger.
Parece que ha vuelto, y aunque aun le queda mucho para coger ritmo, todo apunta a que la mejoría será más que progresiva.