Este australiano de 47 años, acumulaba dos eagles y siete birdies antes de enfrentarse a los dos hoyos finales del recorrido del TPC Summerlin. Dejó corto un putt de seis metros y medio en el par 3 del hoyo 17, fallando además otro de tres metros y medio en el 18. Quedó a las puertas de un histórico 59, aunque como premio de consolación fulminó el record del campo.
“Estudié mucho el hoyo, mire mi libro – los libros de hoy en día son muy completos, tienen laderas y todo lo que puedas necesitar – Lo estaba estudiando asegurándome que todo estuviera en su lugar. Mis ojos me decían que era bastante recta. Cuando salió parecía estar camino del hoyo. Al final cogió una pequeña caída. Me alegro de haber tenido esta oportunidad. No fue corta, no tenía la línea adecuada”.
Brooks Koepka y John Huh cerraron su vuelta con 62 golpes. Mientras que Billy Horschel lo hacía en 64.
Jon Rahm se encontraba en pleno ataque cuando la bocina anunciaba el final del día por la oscuridad que invadía Las Vegas. El vizcaíno comenzó bien la jornada con un birdie en el primer hoyo que redondeó con dos más en el cinco y seis. En el hoyo 10 cometió su primer y único error. Lo mejor estaba por llegar. Cuatro birdies consecutivos del 13 al 16 lideraron el ataque del español que se vio frenado en seco cuando escucho la bocina tras su salida del hoyo 17.
Rahm demuestra una vez más su potencial y se postula como uno de los favoritos en el torneo.
Por su parte el madrileño Gonzalo Fernández-Castaño inició el torneo con un 70.
