Afamado maestro del drive y la potencia, el norteamericano Dustin Johnson ha descubierto esta semana un arma nueva: el putt. Con 32 años en su haber, está cumpliendo una de sus mejores, si no la mejor, temporada de su carrera y en el WGC Bridgestone Invitational lideró el torneo en golpes ganados al campo y segundo en distancia recorrida con el drive.
Ello le sirvió, y mucho, para, llegando desde atrás, superar a los dos líderes del campeonato, Jason Day, número uno del mundo y Scott Piercy. Ambos lideraban con soltura y seguridad y esperaban un mano a mano en solitario, pero no contaron con otro actor principal.
Una vuelta de seis birdies y dos bogeys, 66 golpes, y la aclamación popular, le rindieron un rédito inmejorable, ante el que solo aguanto Piercy (70 golpes), quien terminó a un impacto (-5).
«Definitivamente, he jugado con el drive mejor que otras ocasiones, y en este campo es más importante aun hacerlo bien. El dirver ha sido, sin duda alguna, la mayor mejora», comentaba Johnson.
Ascendió en la tabla Jordan Spieth (67), demostrando su clase, pero se quedó corto a pesar de su buena tarjeta (cuatro birdies y un bogey) y empató en tercer lugar con Matt Kuchar, Kevin Chappell y el citado Day, quien se fue hasta los 72 golpes tras un mal día en el hoyo 16, donde se desesperó y realizó un 7 que cortó cualquier opción de título.
Enorme Zach Johnson con la mejor vuelta del día, 65 golpes (siete birdies y dos bogeys), para subir 20 puestos y concluir en la décima posición junto con la recuperación de Rickie Fowler (67), Adam Scott y Branden Grace (68).
Esta victoria le supone un doble premio al norteamericano, ya se que coloca número 2 del mundo, superando a Jordan Spieth, quien baja a la tercera plaza.