Jordan Spieth lo ha vuelto a hacer. Tras llevarse esta temporada dos grandes torneos como el Masters de Augusta y el US Open, ha redondeado el círculo adueñándose, quizá contra pronóstico pues pocos le contaban en las apuestas, con el Tour Championship y la FedEX Cup.
Spieth se ha llevado el último torneo oficial del PGA Tour con 271 golpes, 9 bajo par, después de firmar en la última jornada 69 golpes, con cuatro birdies y tres bogeys.
Por su victoria Spieth se ha embolsado 1,4 millones de dólares, para un total de 12 millones en ganancias oficiales en este 2015, a los que hay que sumar el bonus de 10 millones por llevarse la FedEx Cup y sucede en el palmarés de estos play offs a su compatriota Billy Horschel. A todo ello hay que sumar que recupera el número uno del mundo, que rompe el record que ostentaba Tiger Woods de ganancias en un año y que es el golfista más joven en llevarse cinco torneos del circuito en un mismo año: Valspar, el John Deere, el Tour Championship, el Masters de Augusta y el Abierto de Estados Unidos.
Por detrás quedaban otros nombres que también han ofrecido un gran golf estos días, como son Danny Lee, Justin Rose y Henrik Stenson, quizá el más damnificado debido a sus dos buenas priemras vueltas en las que ostentó el liderato, quienes lograron 275 (-5).
El sueco acabó con un estratosférico putt kilométrico embocado de birdie en el 18 después de anotar un doble bogey en el 17, que acabó por separarle de Spieth, muy sólido durante toda la jornada.
Quien finalmente se derrumbó y quedó lejos de las expectativas fue el que hasta la fecha era número uno, el australiano Jason Day, quien únicamente pudo ser décimo, a siete golpes del ganador, al tiempo que Rory McIlroy se tuvo que conformar con una decepcionante 16ª posición.