Miró a su esposa y le dijo: “Que difícil es ganar”. Esa misma tarde hizo que pareciera fácil.
Con la actuación más impresionante de su carrera, Walker dominó el recorrido del Waiale Country Club con una tarjeta de 63 golpes, siete bajo el par del campo, para ganar con una ventaja de nueve golpes sobre el segundo, lo que supone un nuevo record en el torneo y la mayor ventaja obtenida un domingo en el PGA Tour en los últimos seis años.
Walker que vio como Jordan Spieth ganaba el World Challenge el pasado mes, con una ventaja de diez golpes, aunque con un reducido grupo de competidores – sólo 18 jugadores – se preguntó si Spieth era de otro planeta.
“Eso es algo que se siente cuando ves este tipo de actuaciones”, dijo Walker “ Se les ve y piensas: Hombre, que tipo de campo habrán jugado. Para poder decir que tu lo has conseguido y has obtenido esta ventaja es realmente genial. Creo que es una buena experiencia para aprender. Definitivamente feliz por mantener el pie en el acelerador.”