El propio Scott los describe como jugadores con hambre de ganar, y él les ha servido el plato en bandeja. Apostando por mantener su ventaja de siete golpes, el campeón del Masters fallo los golpes suficientes con algunos putts que esta vez no entraron para ver reducida su ventaja a la mitad. De paso en número uno del mundo un poco más lejos.
Scott cerró su recorrido con un putt de apenas dos metros, para 71 golpes uno bajo par. Tres golpes de ventaja sobre Keegan Bradley al entrar el domingo.
“Creo que tengo que salir a ganar un torneo de golf este domingo” dijo Scott. “ No estoy tratando de llegar al número uno del ranking. Tengo un montón de tipos respirándome en el cuello, jugadores con muy buenas rondas hoy, que se encuentran muy cómodos llegando desde atrás”
Bradley hizo birdie en sus tres últimos hoyos, buscando la bandera en el hoyo 18 con un hierro nueve desde ciento cincuenta y cinco metros, voló por encima de las rocas lo suficiente para dejar la bola a un metro del hoyo, su octavo birdie en la vuelta, 66 golpes. Saldrá en la ronda final con el objetivo de poner en dificultades al número dos del mundo.
“Me gusta el papel de aspirante”, comento Bradley. “Me gusta saber que tengo que salir y jugar bien. Realmente me emociona. Jugar en el grupo final con uno de los mejores jugadores del mundo en el torneo de Arnold Palmer, es lo que todos soñamos con hacer. Será una jornada realmente divertida”.
Gonzalo Fernández-Castaño no pudo mantener el nivel mostrado en la primera jornada. Una ronda de 74 golpes, dos sobre el par del campo le hacen retroceder veinte puestos respecto a la segunda jornada.