La última hora de acción en el PGA National constituyó una serie de pifias por parte de los jugadores que disputaban el título, incluido el que lo conquistó a la postre.
Henley estaba empatado con otros dos golfistas en el liderato, y se ubicaba a 40 metros de la bandera en el hoyo 18, un par cinco, en la ronda regular. Su tiro fue tan malo que la bola sólo recorrió la mitad de esa distancia.
Debió hacer dos putts para salvar el par, y luego observó la forma en que Rory McIlroy estuvo a punto de salvarse de una tarde por lo demás mala. McIlroy, quien perdió una ventaja de dos golpes, se quedó cerca de un eagle que le hubiera dado el triunfo.
En el desempate, Henley fue el único que llegó al hoyo en dos golpes. Con dos putts se anotó un birdie.
Ryan Palmer falló un putt a tres metros del hoyo, que le hubiera dado birdie. McIlroy debió salir de la trampa de arena y apenas consiguió un par, mientras que Russell Knox erró un intento de unos seis metros cuando podía obtener birdie.
Woods abandonó abruptamente el torneo en el hoyo 13. Informó posteriormente que había sufrido dolores y espasmos lumbares, y puso en duda su participación en Doral, la próxima semana.
Sergio García terminó en octava posición tras una gran remontada el domingo merced a una tarjeta de 67 golpes. Mientras Gonzalo Fernández-Castaño, con 69 golpes en la ronda final ascendió hasta el vigésimo cuarta puesto.