Al fin, el sueco vio su buen golf reflejado en resultados durante los torneos de mediados de año. Fue segundo en el Abierto Británico y en el World Golf Championship, y empató en el tercer puesto del PGA Championship.
Pero le faltaba un trofeo, que llegó en el Día del Trabajo en Estados Unidos, sobre el húmedo campo TPC Boston, al firmar una tarjeta de 66 golpes, cinco bajo par.
Stenson tuvo una ventaja de dos impactos sobre el estadounidense Steve Stricker, quien amenazó con alcanzarlo antes del hoyo 17.
El sueco de 37 años se colocó en cabeza de la FedEx, después de dos torneos de los playoffs. De esta forma, tiene garantizada su primera visita al Tour Championship y una oportunidad de ganar el premio de 10 millones de dólares.
«Estoy satisfecho por haber ganado aquí», dijo Stenson, quien igualó el récord del certamen, con un acumulado de 262 golpes, 22 bajo par. «Mi mayor meta era ganar un torneo después de que había ocupado buenos lugares. Mi familia está aquí, y veré a mis hijos en un momento. Todo está muy bien».
El triunfo de Stenson coronó una jornada de mucho dramatismo, tanto, que el público se olvidó de Tiger Woods, quien cerró con una tarjeta de 73 golpes y quedó empatado en el puesto sesenta y cinco. La mejor imagen de Woods en el día fue cuando volvía al campo, tras una interrupción por la lluvia, con su hija de 6 años vestida de rojo, igual que él.