Sergio García no piensa en ganar, lo que se vuelve cada vez más difícil con cada ronda que termina sin bogeys en el torneo de Tampa.
Garrett Willis y Chris Couch estaban empatados en la cima tras la segunda ronda en el campo de Innisbrook, pero García los perseguía a un golpe.
Willis terminó con 67 golpes, cuatro bajo par, para volver a liderar el certamen por segundo año seguido. Couch lo alcanzó con una tarjeta de 64, tras lograr un par desde los árboles en el hoyo 18.
García es uno de los golfistas con más talento del circuito, pero el año pasado se quedó sin ganas y se tomó un descanso de diez semanas. Este es su primer torneo en Estados Unidos en siete meses.
La falta de pasión ya no parece ser un problema para el castellonenese, que dió muestras de enfado cuando falló algún putt para birdie y festejó con un puño levantado cuando consiguió un birdie con un golpe bombeado desde detrás del green en el hoyo 13.
Willis y Couch sumaban 133 golpes, nueve bajo par, y García y Webb Simpson, que terminó con 67, estaban a un impacto.
Paul Casey, el líder tras la primera ronda, se tuvo que conformar con una tarjeta de 71 y estaba a dos golpes, junto a Justin Rose (65) y Gary Woodland (68).
