El mejor zurdo el domingo en el campo Torrey Pines resultó ser Bubba Watson, quien logró putts cruciales en los dos hoyos finales, incluido un birdie de 3,6 metros en el hoyo 18 par cinco, para terminar con 67 golpes, cinco bajo par, y obtener el trofeo del torneo en un final lleno de un drama que pocos pudieron haber pronosticado.
Watson tuvo a raya a Phil Mickelson a Dustin Johnson y a Jhonattan Vegas, novato venezolano que acababa de ganar el Clásico Bob Hope la semana pasada. Vegas empató a Watson en el liderato en el hoyo 10 y se mantuvo cerca en los nueve hoyos de regreso hasta que su golpe de aproximación con hierro cinco en el hoyo 18 fue bastante corto y cayó al agua.
Acabó con bogey para firmar una tarjeta de 68 golpes y empató el tercer lugar con Johnson, quien firmó ronda de 66 golpes. Ambos totalizaron 275 golpes.
Mickelson -el otro zurdo y favorito de San Diego- estaba un golpe atrás y se encontraba sólo a 205 metros de distancia en el rough cuando se escuchó una ovación fuerte en el momento en que Watson embocaba el putt para obtener una ventaja de dos golpes, lo que significaba que Mickelson hubiera tenido que embocar para eagle con un wedge desde casi 66 metros para forzar un desempate.
Mickelson terminó la ronda con 69 golpes para totalizar 273.
Watson terminó el torneo de Torrey Pines con un total de 272 golpes, 16 bajo el par de campo, para su segunda victoria, aunque está fue contra un adversarios mucho más fuertes que su triunfo el verano pasado en el Travelers Championship.
Watson, quien no pudo contener las lágrimas cuando ganó su primer torneo en momentos en que su padre agonizaba, lloró nuevamente. Su padre falleció a finales del año pasado por cáncer.
Tiger Woods también participó en el torneo, aunque nadie lo notó durante las dos últimas horas. Woods, quien inició la ronda final ocho golpes atrás, terminó la misma con 75 golpes, cortando su racha de cinco victorias consecutivas en Torrey Pines. Nunca había terminado por debajo de los 10 primeros puestos en Torrey Pines, pero acabó empatado en el puesto 44.
Fue su peor debut de temporada desde su primera campaña completa en el PGA Tour en 1997.
«Tengo algo de trabajo por hacer«, comentó Woods. «No hay duda al respecto«, agregó.
