Dave Andrews observaba el comienzo de Torneo de Campeones del PGA en compañía de un par de amigos en Daytona Beach, Florida, cuando observó al colombiano Camilo Villegas quitar del paso algunas partes sueltas de césped mientras su pelota rodaba por un ladera en el hoyo 15 del campo de Kapalua.
Algo no le pareció correcto e inició una consulta que cruzó todo el Pacífico y de todo el territorio continental de Estados Unidos hasta llegar a la descalificación del colombiano.
«Creo que fui yo quien causó todo este escándalo«, respondió Andrews en una entrevista telefónica el sábado.
Andrews conoce bien las reglas del golf por las veces que juega, incluidas competiciones de clubes en Nueva Hampshire. Sin embargo, no tenía una copia del reglamento, así que cuando uno de sus amigos consideró que Villegas había hecho algo ilegal el viernes, visitaron el portal de la Asociación de Golfistas de Estados Unidos y descubrieron que la Regla 23, en su primer inciso, dice: «Cuando una pelota está en movimiento, cualquier impedimento suelto que pueda influir el movimiento de la pelota no debe ser retirado del camino».
«Para ese entonces, probablemente (a Villegas) le quedaba media hora de juego antes de firmar su tarjeta», dijo Andrews.
El hecho de que un televidente llame para denunciar alguna violación al reglamento no es nada nuevo, como tampoco lo es el enojo que surge después de que se permite que un aficionado denuncie una infracción.
Aquí, lo inusual fue que en vez de que la investigación comenzara por una llamada telefónica, empezó con un mensaje en la red social de mensajes instantáneos Twitter.
El PGA Tour no rechaza la comunicación por diversos medios con los aficionados, aunque de acuerdo con el funcionario de reglamentos, Jon Brendel, el 80% de «las toneladas de llamadas que recibimos» resultan sin fundamento.
Sin embargo, el trabajo del PGA Tour es proteger la competición y si hay alguna denuncia en contra de cualquier persona -procedente de otro jugador, algún espectador o de cualquier persona que esté viendo la televisión- se debe iniciar una investigación.
En la mayoría de los casos -el de Villegas no es diferente- el competidor se entera de que cometió una violación después de que firmó su tarjeta y es descalificado por firmar un resultado incorrecto.