Allisen Corpuz, hawaiana de 25 años, se alejó con un gran putt de par y birdies consecutivos en los últimos nueve hoyos para disfrutar del paseo más pintoresco del golf hasta la calle 18, con el Océano Pacífico a su izquierda y su puesto asegurado como primera campeona del Abierto Femenino de EE.UU. en Pebble Beach.
Ganó con tres golpes de ventaja sobre Charley Hull (66) y Jiyai Shin (68), y se hizo con el premio de 2 millones de dólares, el más alto de la historia para una campeona de un major de la LPGA.
Corpuz se mostró tan tranquila y fría en el escenario más grandioso del golf femenino, independientemente del golpe o de las circunstancias, hasta que la realidad empezó a imponerse en el hoyo 18, el mismo camino que recorrieron Jack Nicklaus, Tom Watson y Tiger Woods, todos ellos campeones del Abierto de Pebble Beach.
Cuando embocó para par, se cubrió la sonrisa con la mano y se secó las lágrimas con su toalla estampada de Aloha.
«Es irreal», dijo Corpuz. «Esta semana ha sido como un sueño hecho realidad. Ha sido increíble estar en Pebble Beach esta semana. Cada pocos hoyos miraba y pensaba: ‘Estoy aquí, en Pebble’. No hay muchos sitios mejores que éste'».
El ex Presidente Barack Obama fue uno de los primeros en felicitarla en Twitter. Ambos fueron a la escuela Punahou de Honolulu.
«Nos enorgulleces a todos, ¡y espero una ronda en Kapolei!», tuiteó Obama.
Hilary Lunke en 2003 en Pumpkin Ridge fue la última estadounidense en conseguir su primera victoria en el Abierto Femenino de EE.UU., aquella en un desempate a tres bandas el lunes.
Corpuz, que terminó con 9-bajo, fue la única jugadora que rompió el par en los cuatro días.
Corpuz nunca dio muchas oportunidades a nadie. Nasa Hataoka perdió su ventaja de un golpe en el hoyo de apertura cuando Corpuz embocó su approach a metro y medio para birdie, y la japonesa de 24 años dejó escapar demasiados golpes en la recta final.
Estaban empatadas en los nueve primeros hasta que Corpuz embocó un golpe a 3 metros para birdie en el décimo hoyo. El momento clave llegó en el par 3 del hoyo 12, cuando Corpuz dejo su golpe corto en el búnker y tuvo cuatro metros y medio para el par. Hataoka tenía un putt para birdie desde el borde, a metro y medio del hoyo. Corpuz hizo su par, Hataoka falló su putt y la ventaja era de dos.
La ventaja no hizo más que aumentar, ya que Corpuz la amplió a cuatro golpes con magníficos wedges en el par-5 del 14 y en el 15, ambos birdies que convirtieron el acto final en una batalla por el segundo puesto.
Hull, que empezó la ronda final con siete golpes de desventaja, se acercó a dos golpes al principio de los últimos nueve hoyos y se mantuvo en el partido con un putt para birdie de 9 metros en el 16. Más tarde se dio cuenta de que Corpuz se estaba alejando. Hull siguió disparando, golpeando con una madera 3 desde debajo de un ciprés en medio de la calle del 18 y estuvo a punto de conseguirlo.
«Los niños tímidos no reciben caramelos», se dijo a sí misma en el 18, antes de golpear y arrodillarse para observar su vuelo.
Bailey Tardy, la líder de los 36 hoyos, que hizo 75-73 en el fin de semana para lograr su mejor resultado en su temporada de novata en la LPGA.
Carlota Ciganda terminó en el puesto vigésimo gracias a una ronda de par en domingo. Azahara Muñoz, por su parte, acabo trigésimo tercera con una última tarjeta de 75 golpes.
