El playoff en el golf es como los penaltis, una suerte total, un 50% en el que la pelota puede ir dentro o fuera y donde todo se decide, donde se ganan los títulos y se traspasa la barrera de campeón. Azahara Muñoz lo sabía muy bien y esta vez, para desgracia suya, la bola se fue fuera.
En el Aberdeen Standard Investments Ladies Scottish Open, primero de los dos eventos seguidos que el golf femenino va a vivir en Escocia (esta misma semana llega al Royal Troon para disputar el AIG Women’s Open), nuestra jugadora ha recuperado su esencia, su mejor nivel, se ha demostrado que puede estar muy, muy arriba. Condiciones no le faltan, ganas y golf tampoco, y ha peleado hasta el final por la victoria, que ha rozado pero ha terminado escapándosele.
Llegaba al último día con todas las opciones y las cartas sobre la mesa, sabía que podía lograrlo y al final, tras una vuelta desacertada 73 golpes (birdie, dos bogeys y un doble bogey) en la que se anotaba su peor registro de todo el torneo, lo perdía. Quizá le pudo la presión de verse de nuevo tan arriba, quizá hubo nervios o quizá simplemente las sensaciones no fueron como los tres días anteriores y no había ese feeling con los palos y con el campo.
El caso es que dejó abierta ligeramente la puerta y por ahí se colaron tres rivales: Stacy Lewis (72), Emily Pedersen (68) y Cheyenne Knight (73) y quedaron juntas para verse en el posterior desempate tras quedar igualadas con -5. Allí, fue la norteamericana Lewis la que mejor campeó el temporal y tiró de arrojo de veterana para llevarse su 13º título del LPGA Tour gracias a un birdie sensacional.
Primera victoria para ella desde 2017 (Cambia Portland Classic), primera desde que dio a luz a su hija Chesnee hace dos años y primera en un playoff tras acumular un parcial de 0-3 en contra: »He estado intentando conseguir un título desde el día en que nació. Ese ha sido mi objetivo. Cuando terminé, quise llamarles y mi esposo me dijo que estaba golpeando la pantalla del televisor con sus palos de golf de plástico cuando hice ese putt. Así que es genial. No puedo esperar a llegar a casa con ellos en una semana y celebrarlo».
Lewis tuvo un buen comienzo de ronda final con birdies en los hoyos 2 y 3, pero un doble bogey en el 11 le frenó en seco, aunque supo rehacerse y con dos oportunidades de birdie que no entraron (16 y 17) casi certifica la victoria antes de tiempo; en cambio, hizo el más difícil todavía y llegó al playoff con un par de dos putts desde 30 pies en el 18.
Por su parte, la andaluza flaqueó en los primeros nueve hoyos, si bien en la segunda parte, el putter fue capaz de mantenerle a flote y con opciones: »Fue un día difícil y no tuve un buen comienzo. Tuve bastante mala suerte en el 6 en el búnker, pero luché muy duro. Hice algunos putts realmente buenos y todo lo que estaba en mi mano para ganar», comentaba.
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Fotos: LPGA Tour
