De no haberse jugado el domingo, algo que todos, aficionados y jugadoras incluidas, se suponía, Belén Mozo habría conseguido la victoria en el McKayson New Zealand Open, pero al hacerlo, el entorchado voló a las manos de Brooke Henderson, quien se hacía con el quinto título de su carrera.
La española partía como líder, con ventaja más que suficiente para coronarse y tomarse los 18 con calma, pero el huracán Henderson atacó desde el principio con sus 69 golpes (cinco birdies y dos bogeys), superiores a los 78 de la gaditana (dos birdies, seis bogeys y un doble bogey), que se tuvo que conformar con la quinta plaza y 100 puntos de la Race to CME Globe, insuficientes para quedar entre las 100 mejores y mantener la tarjeta. Del sueño, se pasó a la más dura realidad.
Es raro que el LPGA no tomara la misma decisión que en otras ocasiones, cuando el torneo se suspendía para jugarse el lunes o bien se anulaba definitivamente, dependiendo de los partes meteorológicos; esta vez no fue así, y la española fue la gran perjudicada, pero ha de quedarse con el nivel mostrado y con haber cosechado un excelente resultado, el mismo que Beatriz Recari, otra que andaba en apuros y que tampoco ha conseguido la marca necesaria para asegurarse los torneos asiáticos.
Habrá que seguir remando y apretando los dientes, confiando en que la próxima vez, las decisiones sean siempre iguales o, al menos, les beneficien.
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Fotos: LPGA