El madrugar le sentó mejor a Europa, más despejada a primera hora, con un mayor acierto en los foursomes y con muchas ganas de devolver el golpe de la pasada edición y poner tierra de por medio.
Lexi Thompson, no obstante, fue la primera en golpear, con un eagle, que daba clara muestra de que habría que pelear, y mucho. Junto a Cristie Kerr dominó su partido hasta los instantes finales, cuando consiguieron forzar el empate tras llegar al 18 un golpe por debajo de sus rivales, Melissa Reid y Charley Hull, quienes lograban medio punto ante la pareja norteamericana más fuerte, si bien la sensación ha de ser de haberse podido llevar un botín mayor.
Había nervios y a muchas, no solo a las rookies, se les pudo ver algo encogidas, y la jornada matutina fue un compendio de errores donde los bogeys estuvieron a la orden del día.
En el segundo partido, Carlota Ciganda y Caroline Masson no pudieron con Danielle Kang y Lizzette Salas; la española no anduvo lo incisiva que suele y eso, en match play, se paga caro. Aquí la figura fue la novata Kang, demostrando que su victoria en el US Open le llegó por convicción, siendo la verdadera protagonista de la pareja norteamericana y tirando de acierto tanto en el 17 como en el 18 para asegurarse el punto.
Anna Nordqvist y Georgia Hall, especialmente la primera, jugaron a su antojo ante Austin Ernst y Paula Creamer. Tras la baja de Pettersen, Europa debe afianzarse alrededor de Nordqvist, quien ha demostrado que no le importa llevar los galones, con un juego sublime durante todo el recorrido, no dejando que sus oponentes tuvieran, en ningún momento, opción alguna de hacerse con el punto.
Stacy Lewis y Gerina Piller se vieron sorprendidas y empatadas por la veteranía de Catriona Matthew y Karine Icher. Con todo a favor para el combinado de las barras y estrellas, Matthew tiró de experiencia e Icher de acierto (hoyos 13 y 14) para conseguir empatar la eliminatoria y jugárselo todo en el hoyo final. Estados Unidos lo tenía todo a favor con un putt de poco más de dos metros de Piller, quien ante el asombro de su propia capitana, lo fallaba y concedía el empate final a las europeas, quienes seguro que por dentro daban gracias por salvar los muebles.
Y si todo esto pasaba por la mañana, la jornada de tarde ya si tuvo color yankee. Con fuerzas renovadas tras la comida y el merecido descanso, volvían las protagonistas al campo, logrando las norteamericanas algo nunca visto antes, cosechar cuatro victorias de cinco, poniendo tierra de por medio y dejando a Annika Sorenstam teniendo que pensarse, y mucho, los duelos para hoy (5,5 – 2,5).
Angel Yin y Lizzette Salas se compaginaron a la perfección, tirando bombazos una y siendo muy firme con el putter la otra, para dejar sin respuesta a Carlota Ciganda, totalmente desaparecida y Emily Pedersen, ligeramente mejor (dos birdies), pero demasiado sola en su intento de pelea. Sencillamente, Carlota no fue lo que ni su capitana ni ella misma esperaban, de ahí que este sábado descanse en pos de coger fuerzas para lo que se viene el domingo, donde se necesitará su mejor versión.
Danielle Kang volvió a ofrecer un rendimiento espectacular en Des Moines y esta vez, acompañada de Michelle Wie, demolió incontables veces la resistencia de sus oponentes y del propio campo, con un acumulado de siete birdies en sus dos vueltas, y derrotando a Jodi Ewart y Madelene Sagstrom. Lo intentaron las europeas pero el poderoso ataque de Kang fue demasiado para ellas y ni con el juego largo ni con el corto supieron hacerle frente.
Dos Brittanys, Lincicome y Lang superaron igualmente a Caroline Masson y Florentyna Parker; de nuevo las europeas lo intentaron en todos y cada uno de los hoyos, pero Lang estaba muy acertada con el juego corto y en los movidos greenes del campo se encontró muy cómoda, tanto que en base a ello se fraguó la victoria y el punto para Estados Unidos.
Por último, Stacy Lewis y Gerina Piller repitieron combinación aunque no resultado, ya que esta vez sí pudieron hacerse con el punto, ahora ante las inglesas Charley Hull y Georgia Hall.
Fotos: Solheim Cup