El Estrella Damm Mediterranean Ladies Open ha provocado a las primeras de cambio un duelo en la cumbre con reminiscencias pasadas, cuentas pendientes entre dos grandes jugadoras condenadas a encontrarse siempre en la parte más alta, Anna Nordqvist y Azahara Muñoz, a las que se sumó, a media tarde, otra española con hambre de triunfo, la balear Nuria Iturrios.
Antes en Retamares, ahora en el bello recorrido de Terramar, han pasado ocho años desde que Azahara Muñoz, en su primer torneo profesional, se impusiese con enorme bravura a Anna Nordqvist en el Madrid Ladies Masters en 2009, punto de partida de una vibrante rivalidad que se ha vuelto a reproducir con fuerza en esta primera jornada de competición, ahora en Cataluña.
La golfista sueca, con un currículo sensacional que la convierte en una de las fijas dentro del equipo europeo en la próxima Solheim Cup, deslumbró a todos los presentes con un juego intenso, sin concesiones desde el principio, un ritmo desbocado a base de 6 birdies que jalonaron una vuelta que incluso pudo ser más impecable de no mediar un inoportuno bogey en su quinto hoyo, el 15, un par 5 donde pincharon otras muchas jugadoras.
«Estoy muy contenta, no podía haber empezado mejor a pesar de que hacía mucho frío a primera hora de la mañana y durante cinco hoyos apenas sentía las manos. Luego me fui entonando en un campo donde se puede sacar ventaja en los pares 5 donde se puede llegar de dos. He pateado bastante bien y jugado con solidez, un buen comienzo, desde luego», comentaba Nordqvist.
Carlota Ciganda, compañera de partido de Anna Nordqvist, asistió en primera línea a esas acertadas acciones que sin embargo no se reprodujeron en su juego, alejado del brillo de otras ocasiones por problemas con el putt pero recompensado, a base de oficio, con una vuelta que bien puede constituir el punto de partida de una buena remontada.
A corta distancia de ambas, justo en el partido de detrás, Azahara Muñoz construía por su parte una más que notable vuelta teniendo en cuenta que el anunciado viento presente en Terramar hizo de las suyas durante toda la jornada.
La malagueña, ganadora del Open de España Femenino en su última presencia en nuestro país, exhibía sonrisa cómplice en la zona de entrega de tarjetas consciente del trabajo bien hecho, tres birdies y un bogey en una vuelta que, lejos de ser plana, se convirtió en un ejercicio de profesionalidad: «De tee a green no podía haber jugado mejor, no me he metido en problemas, y aunque podía haber hecho algún birdie más, estoy contenta. Pensábamos que iba a ser un festival de birdies y para nada, el campo se ha defendido muy bien con el viento y unos greenes difíciles de leer. Siempre es bueno comenzar bajo par y por eso es un gran inicio de semana».
Sus 69 golpes, 2 bajo par, distinguieron a Muñoz como la mejor española durante gran parte de la jornada, un honor finalmente compartido cuando la conocida garra balear de Nuria Iturrios, que le llevó a ganar el Lalla Meryem Cup 2016, se puso de manifiesto. Un maravilloso eagle en el hoyo 4 constituyó el preludio del juego arriesgado de la balear, traducido en esta ocasión en 3 birdies compensados por 3 bogeys y la promesa, con expresión pícara en su rostro por su parte tras entregar la tarjeta, de asegurar batalla al ciento por ciento.
A la espera de la prometida batalla, entre medias de ambas españolas y Anna Nordqvist se situaron unas cuantas jugadoras, separadas por apenas un suspiro, golfistas de la calidad de las inglesas Florentyna Parker y Sophie Walker y un pequeño etcétera empatadas en la segunda plaza, todas ellas bajo la vigilante mirada de la capitana y la vicecapitana de la Solheim Cup, aliciente adicional de un torneo crecientemente apasionante.
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Fotos: LET