Ambos habían mantenido un duelo desde la segunda ronda en el Wentworth Golf Club, una batalla apasionante, golpe por golpe, frente a una calles llenas de público en el evento insignia del European Tour.
Willett pronto puso tierra de por medio con dos birdies tempraneros mientras Rahm mantenía la presión sobre el inglés en una vuelta que podía cambiar en cualquier momento.
El toma y daca se mantuvo durante la primera vuelta. Birdie de Rahm en el cuatro, respuesta de Willet en el ocho. Ambos marcando territorio en el diez, dos buenos golpes transformados en sendos biridies.
El once pudo ser un punto de inflexión. Willet falló estrepitosamente a la derecha, entre los árboles. Desde allí trato de emular su gran golpe del sábado, en una situación similar. Una mala decisión. Su bola acabo en el brezo, que con esfuerzo titánico movió unos metros hasta el bunker, el cuarto golpe a green presagiaba la tragedia. Doce metros hasta la bandera para salvar el bogey y el inglés lo salvó. Una inyección de moral para uno, un palo para el otro. Rahm desde el centro de la calle, bien posicionado, no pudo aprovechar el momento. Par del vasco.
Rahm trató de forzar, Willet no se inmuto, firmó un cierre de 67 golpes para llegar a 20 bajo par y reclamar la victoria por tres golpes.
El sudafricano Christiaan Bezuidenhout fue tercero con dieciséis bajo par después de una última vuelta de 68 golpes, uno por delante del dúo estadounidense Billy Horschel y Patrick Reed.
Rafa Cabrera-Bello, 69 golpes, estuvo impresionante durante toda la vuelta, hasta que llegó a los hoyos finales. Cinco birdies en los quince primeros hoyos, un juego solido y firme con el putter. Lastima de dos bogeys postreros en el 16 y 18. Sexto en la clasificación final. Buena semana para el jugador canario.