Mal día para Sergio García en Arabia Saudí. El jugador español sufría uno de sus calentones y dañaba con los pies dos de los greenes del del Royal Greenes G&CC, campo y torneo que se estrenaba en el European Tour.
Esta mala conducta le provocaba, por parte de varios de sus compañeros unas cuantas quejas y por ende, la organización decidía descalificarle aplicando la regla 1.2a, que permite hacerlo si un jugador »comete una grave falta de conducta».
García empezaba pronto por la mañana, cuando el campo no estaba en su mejor momento y los greenes no ayudaban, lo que provocaba que el enfado del borriolense se transformara en frustración y lo pagara golpeando y arrastrando los pies en dos de los greenes, ocasionando el consiguiente deterioro y las protestas de los competidores de los grupos siguientes.
«Respeto la decisión de mi descalificación. Como fruto de las frustración he dañado un par de greenes y pido disculpas por ello. He informado a mis compañeros de que nunca volverá a ocurrir. No volveré a Arabia Saudí durante unos años», comentaba el jugador poco después.
Sin duda alguna, es una conducta que nunca debería verse en un campo de golf, no solo por lo que supone para este deporte, afeándolo y obligando a tomar medidas de este tipo. Ningún jugador, y mucho menos un profesional expuesto a los focos y a las opiniones, debería reaccionar así.
Sin embargo, ya se sabe que la cabeza a veces juega malas pasadas y desde luego no es la primera vez que vemos a Sergio enfadado y con actitudes y comentarios totalmente fuera de lugar tanto hacia la organización como hacia la prensa o hacia algún campo. Una lástima para él y para los aficionados al golf pero de todo se aprende y ahora es el momento de hacer balance y rectificar para que esto no vuelva a suceder.